En vías de recuperación

El emperador emérito Akihito sufre una insuficiencia cardíaca

La Casa Imperial nipona ha asegurado que el monarca está recibiendo tratamiento médico y que su "situación está mejorando"

Akihito, el emperador emérito de Japón.

Akihito, el emperador emérito de Japón.

El Periódico

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 Akihito, de 88 años, se encuentra recuperándose tras sufrir una insuficiencia cardíaca, según ha informado este martes 26 de julio de 2022 la agencia de la Casa Imperial, la cual ha aseverado que está recibiendo tratamiento médico, según informa Efe.

El emperador emérito de Japón recibió el diagnóstico en el Hospital de la Universidad de Tokio este domingo tras someterse a un examen de corazón, aunque al tratarse de síntomas leves se descartó la hospitalización y "su situación está mejorando", según las mismas fuentes.

Akihito fue diagnosticado con una angina hace 10 años y se sometió a una operación coronaria de "bypass", y en 2003 a otra intervención quirúrgica por un cáncer de próstata. Mientras que en 2008, también sufrió una hemorragia estomacal, la misma enfermedad que en 1989 se cobró la vida a los 87 años de su padre, Hirohito, quien tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial en 1945 renunció al carácter divino que caracterizaba a su puesto.

Desde que cedió el trono, Akihito ha estado apartado de las actividades públicas, aunque ha aparecido en varias ocasiones junto a su hijo, el emperador Naruhito, por ejemplo, durante el tradicional saludo de Año Nuevo desde el balcón del palacio imperial celebrado en 2020, antes de suspenderse por la pandemia.

En diciembre de 2019, la mala salud de su mujer, Michiko, de 88 años, también generó una gran preocupación, a juzgar por el comunicado que emitió la Agencia Imperial del país nipón, que hizo saltar las alarmas

En el documento, las fuentes reales afirmaban que la antigua emperatriz sufrió vómitos con sangre durante meses que preocuparon tanto a sus médicos como a su familia. Asdemás añadieron que este proceso remitió gracias a los medicamentos. Los médicos achacaron que esta dolencia se pudo deber al estrés al que se vio sometida en el último año, con la abdicación de su marido Akihito. Sin embargo, su entorno se mostró preocupado porque estos problemas de salud se sumaban a su avanzada edad y a la notable pérdida de peso que experimentó.

El emérito dejó de ser emperador de Japón el 30 de abril de 2019 debido a la preocupación por su avanzada edad y su deterioro de salud, y abdicó en favor de su hijo, Naruhito, de 62 años, que accedió al Trono del Crisantemo al día siguiente.