Charlène de Mónaco, la princesa desaparecida

Charlène, la esposa del príncipe de Alberto de Mónaco está desaparecida del panorama mediático desde que el pasado 11 de septiembre se le vio acompañando a sus mellizos, Jacques y Gabriella, de 4 años, a su primer día de clase en su nuevo colegio, Stella, un centro público próximo al palacio. 

"Seré una princesa a mi manera", manifestó Charlene Wittstock tras contraer matrimonio con Alberto II, los días 1 y 2 de julio del 2011 en el Palacio Grimaldi. Y, desde entonces, la princesa de Mónaco lo ha cumplido de forma tajante. De hecho, desde el nacimiento de sus hijos, en diciembre del 2014, la sudafricana ha reducio drásticamente sus apariciones públicas y ni siquiera acude al tradicional Baile de la Rosa, la gran gala anual que organiza hace más de 50 años la familia Grimaldi.

Continuas ausencias

A pesar de que se muestra activa en sus redes sociales, a Charlène, de 41 años, no se le ha vuelto a ver en ningún acto público desde hace  un par de meses. Las familias reales europea se reunieron en Japón para asistir el 22 de octubre a la entronización de Naruhito y Masako,  Alberto de Mónaco acudió, pero sin su mujer. Algo que originó una avalancha de comentarios sobre las continuas ausencias de Charlène, así como la fría relación que mantiene con sus cuñadas las princesas Carolina y Estefanía

Curiosamente, una semana después de que su marido viajara solo a Japón, Charléne fue a animar al equipo de rugby sudafricano, en el partido que lo enfrentó a la selección de Gales. Lo demuestra una imagen que ella comparte en su cuenta de Instagram en la que aparece Alberto junto a sus dos hijos viendo el partido desde un palco y donde cada uno de los niños agita una bandera de Sudáfrica. Junto a la instantánea, la princesa escribió:"Hoy es un gran día!!! Deseando a ambos equipos la mejor de las suertes".

Mientras su marido, Alberto de Mónaco, de 61 años, intenta cumplir con sus obligaciones como máximo representante del principado, difunde sus proyectos ecológicos e impulsa nuevas inversiones, Charléne está desaparecida de la escena pública, vive volcada en sus hijos y en su fundación dedicada a sensibilizar a la opinión pública de los peligros del agua y prevenir el ahogamiento de niños enseñándoles a nadar.