Listo para degustar

Castro y González, un regalo impecable

La firma jamonera de Guijuelo ofrece su jamón ibérico de bellota como si fuera recién cortado por un experto gracias a su envasado en atmósfera protectora, que mantiene sus cualidades intactas. 

Un cerdo ibérico de Castro y González reposa en la dehesa de Guijuelo.

Un cerdo ibérico de Castro y González reposa en la dehesa de Guijuelo.

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A veces, resulta difícil encontrar el regalo de Navidad perfecto para cada persona. Por suerte, Castro y González ha decidido ponerlo fácil, especialmente para todos aquellos amigos y familiares con buen paladar: poder disfrutar del mejor jamón ibérico de bellota en su propia mesa, sin complicaciones, sin tener que sacar el cuchillo jamonero del cajón, como recién cortado por un experto y respetando todas sus cualidades organolépticas intactas. Todo ello, gracias a su envasado en atmósfera protectora, cuyo sistema se ha convertido en un éxito tanto en la hostelería como en los hogares más exigentes.

Este nuevo sistema mejora sustancialmente al tradicional vacío. Por ello, la empresa jamonera Castro y González, de Guijuelo, ha querido implantarlo en su producción, como una muestra de su apuesta por la innovación, sin perder de vista la tradición de una firma que suma ya más de un siglo de vida, con la tercera generación al frente.

Los jamones de Castro y González envasados en atmosfera protectora

Los jamones de Castro y González envasados en atmosfera protectora / CyG

El envasado en atmósfera protectora permite aumentar la vida útil del producto cortado a cuchillo, evitando perder sus mayores señas de identidad: ese olor, esa textura y ese color únicos del jamón ibérico de bellota. Así, cualquiera podrá disfrutar estas Navidades en su casa o en su negocio de una ración de jamón como recién cortada. Porque el envasado en atmósfera protectora gusta tanto a los gurmets como a los profesionales de la hostelería. Cada mañana, cinco cortadores profesionales seleccionados por Castro y González cortan un buen número de jamones que se envasan al instante, con las lonchas perfectamente colocadas para que la presentación al abrir el envase sea perfecta.

Mimar el jamón

Según el copropietario de la firma salmantina, Aurelio González, “este sistema ha llegado para quedarse, pero no solo en la hostelería, que cada vez necesita productos más acabados y que requieran menos mano de obra en el servicio, sino también en las casas, que tardan mucho en consumir un jamón y muchas veces no lo disfrutan en las condiciones óptimas”. Su hermano Miguel lo confirma: “Estamos creciendo mucho en hostelería y público final con estos formatos, porque nuestro equipo de cortadores es muy experto, mima el jamón, coloca cada loncha, y una vez que abres el estuche la presentación es impecable, es difícil hacerlo mejor”.

Las mejoras que proporciona la atmósfera no solo son organolépticas o de aspecto, sino que también se traducen en una manipulación más fácil. Con el tradicional vacío, las lonchas tendían a quedarse pegadas entre sí o al plástico, perdiendo esa grasa tan característica que se transfería al envase, en vez de quedar en el jamón. Una circunstancia que desaparece con el envasado en atmósfera protectora.

Además, este sistema permite un emplatado preciosista que hace que cada vez sea más utilizado en hostelería y que hará que estas Navidades cualquiera pueda convertirse en el perfecto anfitrión en sus reuniones familiares. Una vez abierto y dejado reposar unos minutos para que el jamón se atempere y respire, se debe colocar un plato encima y darle la vuelta, como si de una tortilla se tratara para luego voltearlo de nuevo sobre otro plato para conseguir la presentación del envase. Una fórmula fácil y vistosa con el fin de lograr un resultado inmejorable.

Catálogo jamonero

Por todo ello, Castro y González apuesta por el envasado en atmósfera protectora para una amplia gama de jamones: Selección, Bellota Ibérico, Bellota 100% Ibérico y Fusión. Este último es, sin duda, el jamón más especial y diferente de cuantos Castro y González tiene en su catálogo. Fusión es un jamón que cuenta con una doble curación, reposando 12 meses en las bodegas de Guijuelo, donde se templa en las frías y constantes temperaturas salmantinas, lo que le permite tomar un sabor dulce y suave. De allí, se prepara para iniciar un viaje hacia la climatología más variable que encontramos en la sierra de Huelva, donde se funde con las nieblas del Atlántico durante 24 meses más, tomando fuerza y profundo bouquet.

Todas las características sobre sus jamones ibéricos, paletas, salchichones y lomos se pueden consultar en su página web: castroygonzalez.es. Será, sin lugar a dudas, un regalo que nadie querrá devolver.