Guardiola agranda la imagen del City en el derbi de Manchester

Michael Oliver hizo sonar el silbato final del derbi de Manchester, y la megafonía del Etihad lanzó automáticamente el gran éxito de Joy Division, “Love will tear us apart again”. La última asistencia que necesitaban los aficionados del City para lanzarse y readaptar la canción al ritmo de “City, tearing cockneys apart, again” (El City, destrozando a “londinenses”, por el acento ‘cockney’, de nuevo). Una histórica burla del bando celeste, que atiza a sus vecinos con que la mayoría de aficionados están en la capital del país, no en su propia ciudad.

Se podían permitir cualquier licencia, desde luego, porque en la tarde del domingo la ciudad volvió a ser suya. El Manchester City de Guardiola destrozó al Manchester United en un doloroso 4-1. Los diablos rojos no tuvieron ni respuesta. De Bruyne reivindicó la estrella que es con dos goles y una asistencia. El colmillo de Mahrez completó la goleada con otro doblete. Pero no se entiende el proyecto de Guardiola sin su colectividad: el descaro de Foden, la lucidez de Bernardo Silva o el abanico de recursos de Cancelo. La última generación de un proyecto que ha cambiado la historia de la ciudad.

Ni el plan de Ralf Rangnick, el padre de la contrapresión alemana, surtió efecto alguno. Ni la ausencia de Cristiano Ronaldo, descartado por una lesión, fue visto como excusa en Inglaterra. El estudiado plan del alemán acabó destartalado a los cinco minutos, cuando la atroz defensa del United permitió a De Bruyne abrir la lata a placer tras centro de Bernardo Silva.

Avalancha tras el empate

Lo mejor del United fue que no entraron en pánico, y Jadon Sancho encontró su redención particular. Silbado en cada intervención por su mala salida de la cantera del City, trazó una rosca inmaculada para igualar la contienda. Un empate que alegró a la grada visitante, tan feliz como incrédula. Porque despertaron a la bestia.

Los de Guardiola fueron una avalancha tras el empate. Foden cabeceó al travesaño minutos antes de desnudar a Lindelof con un control de puntera que precedió el segundo. De nuevo, De Bruyne sacando el martillo ante un balón muerto en el área. Con 2-1 en el descanso, el City se dedicó a bailar en la reanudación. Lo hizo a hombros de Bernardo Silva y Cancelo, guardianes del balón y dominadores del ritmo.

"La segunda mitad estuvimos a uno de los niveles más altos de esta temporada”, reconoció Guardiola. Mientras De Gea hacía lo que podía para evitar una tragedia, Mahrez rubricó la humillación con un doblete. El United bajó los brazos, con un 8% de posesión en los últimos 20 minutos de partido, y suma ya una década sin aspirar a la Premier League. En el mismo periodo, el City tiene cinco trofeos. 10 años en los que Manchester ha sido más azul que nunca.