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Esta es la enfermedad que sufre Moisés, por la que se vio obligado a irse de 'Pasapalabra'

La inédita decisión de 'Pasapalabra' con su bote por la baja de un concursante

Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa

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Moisés Laguardia en 'Pasapalabra'.

Moisés Laguardia en 'Pasapalabra'. / Antena 3

Iker Sánchez

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Este miércoles Moisés Laguardia ha vuelto a 'Pasapalabra', tras ausentarse temporalmente unos días. El pasado viernes, Roberto Leal anunció la baja del riojano Moisés Laguardia y un cambio en la mecánica del bote, y ha sido con la llegada del rosco número 1.000 cuando el emblemático concursante ha vuelto a competir.

Aunque no ha revelado el motivo exacto por el que Moisés se ha visto indispuesto esta vez, el riojano ha querido dar gracias al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, porque "le atendieron muy bien en Urgencias", y ha confesado que "todavía [se encuentra] un poquito convaleciente, pero ya estamos bien".

No es la primera vez que el concursante tiene que pausar su lucha por llevarse el bote. En 2023 volvió al concurso, ahora en Antena 3, y desveló que sufría de dermatitis atópica y, a principios del año pasado, sufrió un brote grave. "Lo he pasado muy mal los primeros meses", decía a su regreso en aquel entonces.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es un tipo de eccema que se produce por una reacción en la piel que provoca picores, hinchazón y enrojecimiento continuos. Es más común en los niños pequeños, pero puede producirse a cualquier edad.

Sus síntomas más habituales son:

  • Piel seca.
  • Picor.
  • Inflamación.
  • Enrojecimiento.
  • Descamación.

La dermatitis atópica es crónica y suele empeorar en algunos periodos del año, produciéndose fuertes brotes. Aunque provoca mucha irritación, no es contagiosa. Las personas que sufren esta enfermedad pueden ser más sensibles, ya que su piel no tiene proteínas específicas que mantengan una buena barrera protectora.

Hay otros tipos de dermatitis, entre las que se encuentran la dermatitis por contacto o la dermatitis seborreica.  

Causas y posibles complicaciones

Esta condición está asociada con la capacidad que tiene la piel para ofrecer protección. En este caso, la piel es débil, por lo que no consigue retener la humedad ni proteger contra bacterias, productos irritantes, alérgenos y factores medioambientales, como el humo del tabaco.

En algunas personas, la dermatitis atópica aparece por la proliferación de la bacteria 'Staphylococcus aureus' en la piel, que reemplaza a las bacterias protectoras y acaba con su función. La poca capacidad de la piel para defenderse pueden provocar una respuesta en el sistema inmunitario que, entre otros síntomas, provoca la inflamación de la piel.

Algunos de los factores desencadenantes más comunes son:

  • Tejido de lana áspera.
  • Piel seca.
  • Infección de la piel.
  • Calor y sudoración.
  • Estrés.
  • Productos de limpieza.
  • Ácaros del polvo y caspa de mascotas.
  • Moho y Polen.
  • Humo de tabaco.
  • Aire frío y seco.
  • Perfumes u otras sustancias químicas irritantes.

Estos eccemas pueden tener algunas complicaciones graves en los pacientes, como asma y fiebre del heno, alergias alimentarias, picazón y descamación crónicas de la piel, infecciones, dermatitis irritante de las manos, dermatitis alérgica de contacto, problemas de sueño o enfermedades de salud mental como depresión y ansiedad.

Prevención y tratamiento

Tener una rutina de cuidado de la piel es esencial para ayudar a prevenir los brotes de eccemas. Algunos consejos para reducir los efectos de la sequedad en la piel pueden incluir humedecer la piel al menos dos veces al día, ducharse diariamente con agua tibia, usar un limpiador suave (sin tintes, alcohol ni fragancias) o secarse a toquecitos no muy fuertes.

En cualquier caso, es necesario consultar a un médico para diagnosticar el problema e iniciar un tratamiento porque la dermatitis atópica puede ser persistente. Es posible que haya que pasar por varios tratamientos para controlarla, aunque pueden volver a darse brotes en cualquier momento.

Tratamientos

Algunos de los tratamientos incluyen medicamentos y cremas que se aplican sobre la piel para controlar la picazón y reparar la barrera cutánea, píldoras para controlar la inflamación u otros medicamentos para controlar la inflamación. En casos de eccemas graves se podrían recetar productos inyectables.

Además de esta vía, se pueden realizar terapias que mejoren la protección de la piel como tratarse con vendajes húmedos (complementado de algún ungüento), fototerapia o técnicas de relajación y modificación de la conducta para evitar rascarse.