GTA VI, el informe PISA, Itziar Castro: no culpes a la noche

Una pequeña compañía británica creó en 1997 un videojuego llamado Grand Theft Auto. "Básicamente va de una persecución de coches", decía uno de sus impulsores para presentarlo. Ahora, 26 años después, se acaba de anunciar que la sexta parte de ese juego, hoy universalmente conocido como GTA, saldrá a la venta en 2025. Solo el vídeo de avance de lo que será GTA VI, que dura poco más de un minuto, se ha convertido ya en un acontecimiento global: sus 90,6 millones de visualizaciones en 24 horas son un récord histórico para un tráiler.

La noticia ha ofrecido un muestrario de cómo funcionan las redes sociales hoy en día. Primero revolucionó Youtube. Los 'streamers' más famosos compitieron en un subgénero de su trabajo un poco incomprensible para los mayores de 30 años: la reacción al tráiler. Estos creadores de contenido se grabaron con las manos en la cabeza, soltando gritos, casi llorando, mientras veían el esperado avance de lo que será el nuevo GTA. A los chavales les gusta ver la estupefacción –fingida o real– que las espectaculares imágenes, con unos gráficos nunca vistos en un videojuego, provocan en sus ídolos.

X, como es su costumbre, se dedicó a abordar el asunto desde infinidad de prismas. Estaban quienes subrayaban que el tráiler había salido antes de lo previsto por culpa de una filtración; los que analizaban cada detalle de las imágenes buscando conspiraciones cada vez más surrealistas –como que en el segundo 33 del vídeo sale un coche con un 33 en la matrícula, lo que interpretan como un guiño a Fernando Alonso–; quienes constataban la rendición de Rockstar Games a los postulados 'woke' y quienes decían todo lo contrario. No solo son tiempos de vertiginosa inmediatez, sino que también se confuden la verdad y la mentira, si es que hay una verdad: la culpa de todo puede ser de cualquiera.

El triunfo del relativismo se confirmó con la publicación, el pasado martes, del informe PISA. Arroja datos demoledores, muy preocupantes sobre todo para Catalunya y para la Generalitat, que tiene las competencias en educación. Básicamente, los niños catalanes del último curso de la ESO están muy por detrás en conocimientos sobre lengua o matemáticas que la mayoría de los de otras comunidades.

¿Cómo no van a tener explicaciones para todos los gustos de ese desastre los usuarios de las redes sociales si también las tienen las autoridades educativas? Como en la canción de Luis Miguel –no culpes a la noche, no culpes a la playa–, el Departament d’Educació corrió a buscar excusas. Creyó hallarlas primero en la sobrerrepresentación en la muestra de los alumnos inmigrantes, pero tuvo que rectificar un día más tarde. Al final, el Govern parece haber concluido que hay que "volver a lo básico", como "enseñar a leer", lo cual no puede sino preocupar aún más a los padres catalanes, porque ¿qué les estaban enseñando hasta ahora?

En las redes, cada tuitero tenía también una explicación a la situación. Algunos, como @olgaherrero, culpaban al 'procés': "Cosas como los resultados de Catalunya en el informe PISA explican por qué me la sopla la amnistía. Porque el procés ha sido la excusa para el abandono absoluto de lo que de verdad marca la vida de l@s ciudadan@s: la educación, la sanidad, el transporte...". Irene Rigau, que fue consellera de Educació entre 2011 y 2016, decía que se habían priorizado cosas como «el cambio climático y el feminismo», y no las matemáticas. Pero le respondían: "La Irene Rigau que impuso un recorte del 20% del presupuesto a los centros públicos en 2011, que eliminó la sexta hora de clase en primaria, que suprimió 3.000 plazas de profesorado y que culpó en 2013 a los inmigrantes de los malos resultados del PISA no puede dar lecciones de nada".

El viernes empezó con otra pésima noticia: se conoció la muerte de la actriz Itziar Castro a los 46 años. Al parecer, se sintió mal durante unos ensayos de natación sincronizada para una gala benéfica. Era una persona muy querida: lo atestiguan las muestras de dolor que se agolpan en las redes sociales. Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que en España se entierra muy bien, en referencia a la calidad emotiva de los homenajes que se dispensan a los que se van. Él mismo fue ejemplo de ello, y Castro también lo ha sido.

La gente del cine se ha mostrado especialmente consternada por la muerte de la actriz, más dolorosa por cuanto inesperada. El actor y director Santiago Segura escribió en X uno de los mensajes más emotivos, que además recoge alguno de los problemas con los que tuvo que lidiar durante su vida: "Itziar Castro era una actriz maravillosa y una persona cariñosa, inteligente y divertida. Solo trabajé con ella en un par de ocasiones, pero me encantaba charlar con ella siempre que nos encontrábamos. A veces lo pasaba mal viendo el hate y el bullying que tenía que aguantar en esta misma red social, aunque ella lo afrontaba siempre con fuerza y valentía. Sufría lipedema, una enfermedad degenerativa. Con solo 46 años su fallecimiento ha sido un golpe repentino y cruel. La recordaremos por sus interpretaciones y la luz que desprendía". 

El actor Secun de la Rosa o la periodista Carme Chaparro unieron sus voces al coro de los lamentos por la pérdida. Pero siempre hay miserables que aprovechan para aleccionar incluso en el momento menos apropiado. Contra ellos escribió la doctora Emilia Casado: "La muerte de Itziar Castro solo debería de provocar el pésame y fuerza para los suyos. Pero hasta en su última escena ha conseguido destaparos y denunciar contra lo que siempre ha luchado: la discriminación hacia las minorías y la gordofobia. Brava, Itziar. Vas a ser añorada".