Hablan los pericos: "Chen Go Home", por Jose Real

Lo han conseguido queridos lectores. Nos querían en Segunda y se han salido con la suya. Poniendo, eso sí, mucho, muchísimo de nuestra parte tras una temporada a la que me cuesta ponerle algún tipo de calificativo. Desastrosa, lamentable, terrible, dolorosa. Les dejo a ustedes tan poca agradable elección.

Nos quería en Segunda Domingo Catoira. Director deportivo perico al que le queda enormemente grande el puesto y que se aferra al mismo por los miles de euros que cobra. José Carlos Lazo, Pierre-Gabriel, Dani Gómez. El chiste se cuenta solo. Por no hablar de la gestión de RDT. Ha conseguido que el archicriticado Rufete, su antecesor, pareciese el Monchi de la primera etapa en el Sevilla FC. Casi nada.

Una planificación deportiva desastrosa con un presupuesto que nos daba para, como mínimo, estar en una zona absolutamente tranquila de la clasificación. No hay que ser muy avispado para observar que teníamos una línea defensiva que por sus características no podía salir desde atrás jugando el balón, un centro del campo completamente opuesto a la defensa que quería ser protagonista a través de la pelota y un ataque que necesitaba jugar muy cerca de la portería rival para rendir y que por las particularidades del equipo debía hacerlo a 30 metros del área. ¿Motivo? No teníamos un solo extremo con cara y ojos que sirviera de nexo entre la medular y dos de los futbolistas más determinantes del equipo como Joselu y Braithwaite. No era tan complicado compensar esta plantilla, Domingo.

Nos quería en Segunda Diego Martínez. Un entrenador apoyado por todo el espanyolismo, con plenos poderes dentro del vestuario. Unas expectativas realmente altas que se quedaron en un discurso superficial y repetitivo que nadie acabó creyendo. Una propuesta de juego cabezona e insulsa que no logró sacar partido alguno a una plantilla que tras la llegada de Luis García se ha podido comprobar que podía jugar a otra cosa y aspirar a cotas más altas que una paupérrima salvación de categoría. Qué lástima aguantar tanto tiempo al técnico gallego. Si el asturiano hubiera llegado antes estoy seguro de que estaríamos en una situación completamente diferente.

Nos querían en Segunda los poderes fácticos del fútbol. No es normal que una Liga que presume de ser una de las mejores del mundo tenga un VAR y unos árbitros tan absolutamente sesgados. Sin entrar en decisiones extrañas que hemos sufrido durante de toda la temporada y que daría para escribir otro artículo, solo quedándonos con los últimos dos partidos ante Atlético y Valencia, el RCDE debería tener 4 puntos más y estaríamos dependiendo de nosotros mismos para mantenernos en Primera División. Un auténtico escándalo que espero quede solucionado en los despachos, peleando hasta el final. Cueste lo que cueste.

Nos quería en Segunda Chen Yansheng . Nadie entiende qué pretende el máximo accionista perico. No invierte, tampoco vende. Nueve entrenadores en siete años. CEOs, algunos de dudosa profesionalidad, vienen y van. Para poder “gobernar” a 10.000 km de Barcelona es vital rodearte de profesionales solventes y el empresario chino no lo ha hecho. Su mano derecha y única apersona de confianza, Mao Ye, a aparte de ser un pésimo representante institucional que no ha sabido dar la cara ni defender al espanyolismo en ningún momento, tampoco ha querido transmitir a Chen una radiografía real de la grave situación deportiva e institucional que estaba sufriendo el club.

Hacen falta muchos cambios en este nuevo RCDE. Un nuevo proyecto que pase por Luis García y Sergi Darder (si él quiere). Fichajes que sumen y que no ocupen un simple hueco en la plantilla gracias a un director deportivo competente que tome las decisiones correctas y nos ayude a crecer. Una gestión de la cantera que recupere el prestigio que teníamos hace unos años y representantes institucionales que sepan defender al club cuando sea necesario, con peso frente a La Liga, el estamento arbitral y el resto de clubs.

Mucho trabajo e inversión económica que alguien como míster Chen no puede acometer. Así que por favor, venda el club, déjelo en manos de personas válidas y deje de poner palos sobre las ruedas. Chen Go home.