Tinder: jugar a ser un truhán

En el 2012, Sean Rad y Justin Mateen, junto con otros compañeros, crearon una propuesta a nivel universitario que enel  2013 llegó al alcance global. Igual que Zukemberg hizo con Facebook en el 2008, vieron la  oportunidad de crear una aplicación que permitía la conexión con gente  desconocida (a diferencia del uso habitual de Facebook, Twitter o  Instagram): Tinder.

Tinder es una aplicación para ligar, para poder triunfar en los medios modernos usando la psicología más básica. Es sencilla y ágil,  no tiene mucho misterio. Para poder disfrutarla solo se tiene que  tener una cuenta de Facebook, descargar la app, activar la  localización del teléfono, y listo. La aplicación empieza a generar un catálogo de diferentes fotografías de diferentes personas que se encuentran cerca del usuario. Si se desliza la fotografía hacia la  izquierda, se rechaza a la persona; si es hacia la derecha, es un 'like'. Si  dos usuarios están interesados entre sí -'it's a match!'-, ambos son  informados y se les permite iniciar una conversación a través del chat interno de la aplicación. Se la conoce como la 'perfect app for lazy singers' (la aplicación perfecta para solteros vagos) y no cabe duda de que se trata de una revolución de las citas a nivel mundial. Solo  los muy tradicionales o los más románticos parecen no estar de acuerdo con esta revuelta.

Tinder geolocaliza a las personas que están en el radio de distancia que el usuario marca previamente, así como los límites de edad que ya se han seleccionado. Entre 'match' y 'match', se encuentran las decepciones de los perfiles: informaciones exageradas y erróneas. Tengan presente que si las  fotografías de su perfil no están bien conseguidas, las oportunidades de tener una cita irán directas a la basura.

Aunque cada día se generan en el mundo 26 millones de 'matches', aproximadamente, Tinder busca citas rápidas y casuales en las que solo en los casos de éxito, se repiten. Los usuarios aseguran no creer encontrar el amor en esta aplicación, pero si ya disponemos de centenares de amigos a través de las redes, ¿porqué no jugar a ser un truhán en la sociedad de la tecnología?