Parece, por los comentarios de algunos contertulios, que de un tiempo a esta parte hay varios tipos de catalanes. Hace 10 años nadie hacía distinciones, si bien es cierto que existían distintas formas de pensar, y convivíamos sin problemas. El tema es que con el Govern de la Generalitat en clave inependentista esto ha cambiado muy a mi pesar. Entramos claramente en confrontaciones, y lo grave es que mucha gente no se da cuenta de ello.
Mi cultura, la catalana y la española, la que he mamado desde pequeño porque soy catalán de Barcelona y de padres aragoneses que vinieron aquí a ganarse la vida trabajando, y además, a contribuir con su granito de arena en esta sociedad.
Los 'castellers' no me gustan, ya que veo inviable hacer subir a un niño pequeño a esa altura y exponerlo a golpes. No me va, pero los respeto, y quien quiera ir a disfrutar de ellos, que vaya. Con los toros pasa lo mismo: no me gustan, hay mucha gente que los disfruta desde hace años y ahora ya no puede hacerlo aquí en Catalunya. Y que no me digan que no iba gente a verlos a la Monumental, que iba y mucha.
Así que Catalunya, como España, Francia y tantos otros países, son multiculturales, y en cada lugar hay diferentes culturas, y en cada sitio se celebran cosas diferentes que no nos tienen por qué gustar a todos. Respetémoslas.
Si queremos entrar en temas de derechos y protecciones de los animales, tratemos ese caso de raíz, y no a medias tintas, como en este caso.
No queramos enterrar la cultura del vecino del 3º, eso huele a otra época negra que parece que algunos quieren desenterrar.