Toros: La tradición es importante; la evolución, más

El público aplaude y grita impaciente, el espectáculo está a punto de comenzar. Parece mentira que, después de tantos años, esta tradición centenaria siga teniendo tanta aceptación entre los ciudadanos. Por fin aparecen los dos grandes protagonistas del evento.

En medio de la arena se alzan dos hombres fuertes y armados. Son gladiadores, o mejor dicho, son personas que en su día tuvieron familia, amigos y libertad, pero que ahora se ven obligados a matar o morir con la mera finalidad de entretener a las masas. El emperador indica el inicio de la matanza y la sangre fluye, una vez más, sobre la arena.

Por suerte, esta tradición inhumana desapareció con el paso del tiempo. ¿Os imagináis que en pleno siglo XXI hubiese gente defendiendo el sufrimiento y la muerte de un ser vivo por puro entretenimiento? Y ¿os imagináis que unos señores con mucho poder obligaran a restaurar esta tradición a una región que democráticamente hubiese abolido este disparatado derramamiento de sangre? Es absurdo, parece impensable que esto pueda pasar en nuestra época, ¿verdad?

La tradición es muy importante, pero lo es todavía más la evolución, y creo que en el siglo XXI la tortura animal como espectáculo no debería tener cabida alguna.