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Agresiones racistas he recibido muchas desde que la inmigración se fue estableciendo en Barcelona. Soy catalana, blanca y rubia para mi desgracia. Me he visto obligada a dejar de ir a la playa de la Barceloneta debido al acoso reiterado recibido por parte de hombres magrebís y paquistanís en su mayor parte. Desde sentarse junto a mi toalla para pedirme relaciones (sexuales o matrimoniales dependiendo del caso) haciendo caso omiso de mis invitaciones a que me dejaran tranquila, hasta uno que tuvo la osadía de estirarse a mi lado sobre mi toalla mientras yo me había quedado medio traspuesta. Seguirme y acosarme paseando por el paseo marítimo de una población costera, etc. Da igual lo que les digas, que estás esperando a tu marido, a tus amigas, que no deseas ni su amistad ni su compañía, ellos te ven sola y con la cabeza destapada y piensan que todo el monte es orégano. Cuando les amenazas con la policía, te insultan y te tratan de racista. Creo que es injusto no poder disfrutar de mi tiempo libre en la ciudad por culpa de esta gente porque son tan insistentes que al final tienes que salir huyendo.