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En referencia a la carta de Giulia Fiore, en la que se lamenta de que mientras las condiciones laborales y económicas de los jóvenes no dejan de precarizarse hasta el punto de verse obligados a emigrar, los pensionistas continúan manteniendo su poder adquisitivo, no entraré a valorar los datos, pero sí destacaré que es un error relacionar ambos temas.
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Imaginemos que se decide recortar las pensiones a los jubilados para, con el dinero ahorrado, poder ayudar a los jóvenes a financiarse. Con esta medida simplemente conseguiríamos que nuestros jóvenes emigrasen unos más años más tarde y con un título más bajo el brazo, pero nada más.
El problema de fondo radica en que nuestra soberanía económica (y por tanto nacional) ya hace años, más de los que creemos, que reside en Europa y no en nuestro país. En algún lugar lejano alguien decidió que la economía de nuestro país se basaría en el turismo y la construcción y esto no tiene relación alguna con el poder adquisitivo de nuestros jubilados.