El triunfo de Sánchez devuelve la sonrisa a la izquierda

Quiero agradecer a Pedro Sánchez la sonrisa que se me dibujó en el rostro a partir de las 21.30 horas del 21 de mayo y con la que me fui a dormir pasadas la medianoche. Ni siquiera yo era consciente de la alegría que me iba a suponer el triunfo de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE. No soy militante socialista, pero sí persona de izquierdas que no encuentra su sitio en la realidad política de los últimos tiempos.

Agradezco enormemente el tesón de este hombre joven que contra viento y marea ha mantenido la confianza en la gente de base de su partido. Su defensa numantina de la palabra dada, a la militancia y a sus votantes, del 'no es no' a Rajoy. Su valentía y coraje frente a un aparato despiadado que en octubre lo defenestró sin respetar siquiera su propio reglamento interno. Sé que este triunfo se ha basado en el esfuerzo colectivo y la ilusión de muchas personas que no querían ver desaparecer a un partido de más de 138 años de historia. Mi enhorabuena a todos y todas ellas, lo han conseguido.

Quizá ahora podamos sacudirnos de encima el fatalismo de lo inevitable: la corrupción sin freno del PP, los recortes miserables en sanidad, en enseñanza, en pensiones, en dependencia, los intentos de manipulación de la fiscalía, el choque de trenes en Catalunya... Mucho trabajo por delante para normalizar un país que se merece otra oportunidad.