Por qué los catalanes no tenemos que preguntarle a nuestros vecinos si nos podemos ir

Viendo un fragmento de la entrevista hecha días atrás por Carlos Alsina al President Torra, me llamó la atención la seguridad en la afirmación de aquel de que un referéndum de autodeterminación debía ser efectuado a todos los españoles.

Y yo me pregunto, ¿por qué? Por derecho de conquista no será, espero. Por ser parte de España, idea muy generalizada, creo que tampoco, y me explicaré.

Empezaremos por la lengua. A partir del siglo VIII se empezaron a desarrollar las lenguas que hoy denominamos "romances" y que provenían del antiguo latín. Éstas tuvieron su culminación con la aparición de sus primeros escritos: 'Glosas Emilianenses' en castellano y el 'Jurament de Radulf Oriol a Ramon IV del Pallars Jussà' en catalán, ambas en los albores del siglo XI. Ésto indica lógicamente la diferencia de procedencia "íntima" de cada una de ellas, lo mismo que con el francés, italiano o portugués.

Pasemos a la política. Catalunya, como tantas otras tierras peninsulares, era un ente diferenciado del resto y viceversa, es decir un condado, reino o nación, desde antes o albores del siglo X. Las vicisitudes la llevaron por medio de tratados, compromisos y paces, a formar parte por grado o fuerza de ora tirios, ora troyanos; pero Catalunya existía, como otros reinos o principados, España, no. La unión era más geográfica que política o sentimental. Hoy día, existen los países soberanos de Suiza, Liechtenstein, Austria y Alemania, unidos geográfica pero no políticamente, con la salvedad de que éstos, en parte o en su totalidad, hablan un idioma común: el alemán.

Con la crisis del 1640, Felipe IV optó por dejar Portugal a cambio de quedarse con Catalunya, no sin antes y "a traición", ceder la Catalunya Norte al reino de Francia, plasmándose con el Tratado de los Pirineos de 1659 la real creación del Estado de España y no con los Reyes Católicos.

Así pues, y con lo que antecede, me atrevo a afirmar que no tenemos que preguntar a nuestros vecinos si nos podemos ir. Máxime cuando queremos irnos con lo puesto, sin llevarnos nada ni a nadie de estos vecinos.