"La dimisión del jefe de la inteligencia de Israel ha llegado demasiado tarde"

El acto terrorista de Hamás se podría haber evitado si los responsables militares de la región no hubieran cometido una serie de errores de seguridad que permitieron a los integrantes de Hamás cruzar la verja que separa Gaza de Israel.

El mayor de los errores fue que los altos mandos militares israelíes no tomaran en serio los avisos exteriores de que Hamás estaba preparando un acto de gran envergadura contra Israel, lo que permitió que una de las fronteras más protegidas del mundo fuera vulnerada por los combatientes de Hamás. Tanto estaba desprotegida la frontera que los sobrevivientes se quejaron a través de sus móviles de que la policía fronteriza tardó mucho en aparecer y en intervenir, lo que contribuyó a que hubiera más víctimas

Resulta evidente que con esa matanza, Netanyahu conseguiría tener las manos libres para lanzar una ofensiva genocida de grandes dimensiones contra la Franja de Gaza, con la excusa del derecho a defenderse, acabando no solo con la vida de los combatientes de Hamás sino con la vida de decenas de miles de civiles, llegando a la cifra de más de 30.000 muertes, entre los que el 70% son mujeres y niños, con el doble propósito de crear un ambiente de terror en la población gazatí que la obligue a refugiarse en otros países, y sobre todo la de hacer inviable la creación del Estado palestino.

Una noticia de última hora ha anunciado que el general Aharon Haliva, jefe de inteligencia del ejército israelí, anunció el pasado lunes que renunciaba a su cargo debido a fallos en la seguridad que permitieron el ataque de Hamás en octubre.

Esta dimisión y la pendiente de otros altos cargos militares israelíes ha llegado demasiado tarde. ¿Por qué? Para hacer creer que el 100% de la responsabilidad del ataque recaía sobre Hamás. De ese modo, la ofensiva contra Gaza conseguiría más respaldo por parte de la comunidad internacional, cuando lo cierto es que Israel también tuvo parte de responsabilidad en el ataque.