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Abolir las corridas de toros y no los 'correbous' es incoherente

’Correbous’ en la localidad de Poblenou del Delta (Montsià).

’Correbous’ en la localidad de Poblenou del Delta (Montsià). / JOAN REVILLAS

Parece ser que el Tribunal Constitucional ataca de nuevo, en otro frente, para derogar las leyes promulgadas en Catalunya. Ahora la reemprende con la defensa de la denominada fiesta nacional de los toros, que quiere volver a instaurar en el territorio catalán. Recordemos que la capital catalana fue la primera ciudad de España en declararse antitaurina, en 2004, consiguiendo su objetivo de acabar con esta cruel ‘fiesta’ tras la aprobación de una ley promulgada por el Parlament que prohíbe explícitamente los “espectáculos con toros que incluyan la muerte del animal”. Pero el consistorio quiso ser más contundente al vetar “todos los espectáculos taurinos de cualquier modalidad que se celebren dentro o fuera de las plazas de toros". De este modo, la ciudad decía ‘no’ también a los ‘correbous’, pero esto no se está cumpliendo en el resto del Principado. 

Como es obvio, el Ayuntamiento de Barcelona está estudiando una alternativa jurídica para blindarse de las corridas que ahora quieran imponerle pero, pase lo que pase, es aquí donde sin duda la desobediencia al Tribunal Constitucional ha de ser contundente. Muchos españoles antitaurinos, que los hay y muchos, verán entonces con buenos ojos esta desobediencia que hasta ahora es posible que les parezca como algo fuera de la ley (me refiero la consecución del derecho a decidir y al referéndum.

Por tanto, sería ahora el momento de debatir el asunto de los ‘correbous’ y ser coherentes con nuestras leyes antitaurinas, aboliendo esta lamentable tradición, ya que es una incoherencia y una hipocresía que persista esta cruel fiesta, que también inflige un maltrato a los animales.

Señores políticos, sean valientes y no contradigan sus principios por un puñado de votos; a buen seguro obtendrán con creces muchos más ya que una inmensa mayoría de los catalanes (y españoles) repudian estas bárbaras tradiciones.

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