Reishi, para qué sirve el 'hongo de la inmortalidad' casi desconocido en España

'Sensu stricto', los hongos no son ni plantas ni animales en el sentido tradicional del término. Sin embargo, sí son seres vivos que comparten algunas características con ambos grupos de organismos.

Antiguamente, se clasificaban en el reino vegetal, junto a las algas, musgos y helechos -las llamadas plantas sin flores-, por su reproducción por esporas, entre otros. Pero tienen diferencias significativas que los distinguen. Por ejemplo, los hongos no pueden realizar la fotosíntesis para producir su propio alimento porque son organismos heterótrofos que se alimentan absorbiendo nutrientes de otros organismos muertos o en descomposición.

Además, los hongos no tienen clorofila, una molécula esencial en la fotosíntesis de las plantas, y sus células tienen una pared celular diferente de la de las plantas. En términos de estructura y función, los hongos tienen más en común con los animales que con las plantas, aunque hay importantes diferencias entre ambos grupos también.

Reino Fungi

Por lo tanto, los hongos son un grupo separado de organismos llamados reino Fungi, (Eumycota u hongos verdaderos).

Dentro del reino Fungi también se pueden hallar múltiples organismos, desde el moho hasta las setas comestibles como el champiñón o el rovelló o el cep, por poner solo tres ejemplos de los más conocidos.

Pero también hay otros grandes desconocidos, por lo menos en España, como el reishi (Ganoderma lucidum), un hongo medicinal y comestible originario de Asia y de la familia Ganodermataceae. También se le conoce como la seta de la inmortalidad, el hongo de la longevidad o el hongo de la eterna juventud, debido a sus propiedades medicinales y beneficios para la salud.

Sin embargo, en las medicinas tradicionales china y japonesa es ampliamente usado: lleva más de 2.000 años utilizándose para tratar una amplia variedad de enfermedades y mejorar la salud general. Se cree que el reishi tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, inmunomoduladoras, antivirales y antitumorales, y se ha usado para tratar afecciones como el cáncer, la hipertensión, la diabetes, la enfermedad hepática y las enfermedades autoinmunitarias.

Propiedades medicinales

El reishi contiene más de 400 compuestos bioactivos, incluyendo triterpenoides, polisacáridos, ácidos grasos, esteroides y aminoácidos. Se cree que los polisacáridos y triterpenoides son los principales compuestos responsables de los efectos medicinales del reishi.

Los polisacáridos del reishi tienen propiedades inmunomoduladoras, lo que significa que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la capacidad del cuerpo para mejorar la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer y algunas enfermedades infecciosas. Se ha demostrado que los polisacáridos del reishi también tienen propiedades antiinflamatorias, lo que los convierte en un tratamiento potencial para enfermedades inflamatorias como la artritis.

Los triterpenoides del reishi tienen propiedades antioxidantes y antitumorales, lo que significa que pueden ayudar a prevenir el daño celular causado por los radicales libres y pueden ayudar a prevenir el cáncer. Los triterpenoides del reishi también pueden ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función hepática, lo que los convierte en un tratamiento potencial para enfermedades hepáticas y autoinmunitarias.

Antioxidante y antiinflamatorio

El reishi también contiene ergotioneína, un aminoácido que se cree que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Se ha demostrado que la ergotioneína protege el ADN celular del daño causado por los radicales libres y puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer, el alzhéimer y enfermedades cardiovasculares.

Además de sus propiedades medicinales, el reishi también se utiliza en la cocina asiática como ingrediente en sopas, guisos y tés. El reishi tiene un sabor amargo y terroso y una textura leñosa, por lo que a menudo se utiliza en pequeñas cantidades como condimento o para dar sabor a los platos.

Cómo cultivar y cuidar

Al tratarse de un hongo saprófito -que se alimenta de materia orgánica muerta- el reishi necesita sustratos de madera para vivir, como troncos de árboles o bloques de madera. También se pueden utilizar bolsas de cultivo con una mezcla de serrín de madera y otros ingredientes.

Si se quiere cultivar, lo primero es necesario preparar el sustrato: cortar troncos de árboles o comprar bloques de madera inoculados con esporas de reishi.

Posteriormente, se esparcirán las esporas de reishi en el sustrato y se cubrirá con una capa de tierra manteniendo la humedad durante todo el proceso de incubación

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Además de conservar el sustrato húmedo, conviene que esté a una temperatura de entre 20 y 25ºC. Dependiendo de las condiciones del cultivo, el tiempo de cosecha oscilará entre los 6 y los 12 meses.

Con los cuidados adecuados, el reishi es un hongo muy fácil de cultivar y mantener en cualquier jardín o huerto siempre que se mantenga en un ambiente cálido y húmedo.