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Rafael Aracil, maestro de historiadores

Aracil (1941-2022) fue padre de un montón de historiadoras y de historiadores, que tenemos el orgullo de tenerlo como maestro y de quererlo como persona

Rafael Aracil, en una entrevista el año 2001.

Rafael Aracil, en una entrevista el año 2001. / Archivo / Joan Cortadellas

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Andreu Mayayo
Andreu Mayayo

Catedrático de Historia Contemporánea de la UB. Director del Centre d'Estudis Històrics Internacionals - UB

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"Aracil, lo quiero a mi lado, así que ya puede hacer las maletas”. El doctor Emili Giralt había ganado la cátedra de Historia Contemporánea en la Universitat de Barcelona y había puesto el ojo en aquel espabilado estudiante que le había echado una mano en la organización del I Congrès d'Història del País Valencià, en abril de 1971. Todo un éxito académico y político. Entonces la presencia de profesores catalanes, que buscaban la promoción en la Universitat de València, desveló un fuerte sentimiento valencianista con un marco referencial de estudio propio y, para algunos, político, vinculado a la idea pregonada por Joan Fuster dels Països Catalans. Los valencianos habían dejado de mirar a Madrid para reflejarse en Barcelona.Rafael Aracil Martí había nacido en Alcoi en el año cuarenta. De una familia de industriales del textil que había ido a menos, con una salud precaria, que le llevó a un sanatorio para tuberculosos cerca de Madrid, el joven licenciado en Filosofía y Letras y su compañera de vida, Mila García Bonafé (profesora de gimnasia y futura catedrática del INEF), aprovecharon la oportunidad que les ofrecía el discípulo de Jaume Vicens i Vives y tomaron ese tren sin billete de vuelta. La mejor decisión de su vida. Catalunya les dará todo y ellos lo devolverán con creces sin renunciar al dejo valenciano.

En el curso 1971-1972 Aracil se estrenaba como profesor en la UB. Ernest Lluch le cobijó y, pronto, se integró en un grupo de jóvenes y brillantes profesores de economía (Francesc Artal, Carme Massana, Emili Gasch, Francesc Roca, Carme Sans, Muriel Casals...), con los que compartía el marco teórico y metodológico (también político) de la lucha de clases y de la construcción nacional catalana. Buen conocedor de la producción historiográfica del mundo anglosajón, francés e italiano, Aracil sobresalió en la historia económica española y universal y en la divulgación del marxismo británico del que incluso traducirá (con su cuñado, Mario García Bonafé) algunos textos con el título 'Hacia una historia socialista' (1984).

Su tesis doctoral se focalizará en el proceso de industrialización valenciano. Asimismo, Aracil será pionero en los estudios de arqueología industrial. Apoyará al doctor Giralt, junto a Antoni Segura, Jaume Suau y Llorenç Ferrer, en la creación del Centre d'Estudis d'Història Rural (1977) y en la revista 'Estudis d'Història Agrària'. En los años noventa abrirá dos nuevos campos relacionados con la historia del presente, con la publicación de un manual con los profesores Joan Oliver y Antoni Segura, y la alimentación, con la creación en 1997 de la Cátedra Sent Soví (por el recetario de cocina publicado en catalán en 1324, conservado en la UB) de alimentación y cocina mediterránea. Aracil se jubiló con una pequeña joya dedicada a su tierra: 'El País Valencià sota les bombes (1936-1939)', publicada en 2010 con Joan Villarroya

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El profesor Aracil será conocido y apreciado, sobre todo por el personal de administración y servicios, por los diversos cargos de gestión académica por los que fue elegido. Destacan su etapa como decano de la Facultad de Geografía e Historia (1992-1998), de la que nos dejó un cuadro rompedor de Joan Hernández Pijoan que lo dibuja tan solo con el trazo de su nariz de boxeador y un par de rizos sobre un fondo blanco, y, sobre todo, su largo periodo de dirección del Centre d'Estudis Històrics Internacionals (1998-2010), fundado por Vicens en 1949 y reflotado por Giralt en 1972. El tándem Aracil & Segura dará un nuevo impulso al CEHI desde el Pabelló de la República en los ámbitos de la recuperación de fondos documentales, en la investigación del periodo republicano, de la guerra civil, del franquismo y de la Transición a la democracia y en la transferencia de conocimiento a través de cursos, publicaciones y exposiciones.

Nieto de Jaume Vicens i Vives, hijo de Emili Giralt, pareja de Antoni Segura y padre de un montón de historiadoras y de historiadores, que tenemos el orgullo de tenerlo como maestro y de quererlo como persona, Aracil era una persona culta, sensible y curiosa, 'bon vivant' y con un patrimonio envidiable de amigos y amigas, comprometida con el trabajo, que supo crear escuela de profesión, de ciudadanía y de vida.