Conrado Xalabarder: "La clave no es escuchar la banda sonora; la clave es verla"

Lo de Conrado Xalabarder es la música de cine; las bandas sonoras. Lo descubrió viendo 'The Elephant Man' cuando era adolescente. Periodista, divulgador y autor de varios libros sobre el tema, en MundoBSO lleva cerca de dos décadas volcando su erudición en forma de comentarios –o críticas– que hace poco sumaron 25.000, una notable cifra que supone haberla convertido en la mayor base de datos del mundo en internet.

-¿Qué descubrió viendo esa película?

-Descubrí que la música en el cine no está para hacer bonito, sino para explicar una historia. Es un relato paralelo y complementario. Es el segundo guión de la película.

-¿Y por qué con esa película en particular?

-Bueno, no sé, digamos que hubo un momento de aparición mariana. En esa película hay muy poca música, pero está muy centrada en lo que debe estar centrada. Con ella me di cuenta de que la clave no es escuchar la banda sonora. La clave es verla.

-¿Se puede ver una banda sonora?

-Se puede. La música es un elemento visual. Cuando la música va por un lado y el guión por otro, siempre gana la música.

-¿Qué quiere decir?

-Pues que si por ejemplo el guión intenta construir el personaje de un buen padre, un buen marido, una buena persona, y si a ese personaje le ponen música de psicópata, entonces la gente pensará que es un psicópata.

-Me imagino que no todos los compositores trabajan igual.

-Hay dos tipos de compositor: el que pone música a una película y el que hace cine con ella. El segundo es un cineasta. Como Morricone, como Williams, como Iglesias. Hay muchísimos. Hay bandas sonoras que dan lecciones de cine. De hecho, las mejores bandas sonoras son las que dan lecciones de cine.

-Deme ejemplos.

-Hay muchos. Muchísimos. Las de Ennio Morricone en 'La misión' o 'Hasta que llegó su hora'. 'Vértigo', 'Psicosis', 'Tiburón', 'El Padrino…'

-De la manera como usted la entiende, ¿goza la banda sonora de buena salud en el cine actual?

-El problema que hay a día de hoy con la música de cine es el problema que aqueja a todo el cine, y es que está muy industrializado. Se busca más lo comercial que lo artístico. Pero naturalmente se siguen haciendo buenas bandas sonoras.

-¿Cuál era su objetivo al crear la web? ¿Qué estuviera todo?

-¡Claro! Cuando apareció internet yo dije: hay que estar ahí. Desde el primer día quise que fuera la mayor base de datos del mundo, pero la verdad es que no me esperaba la repercusión que ha tenido. Tengo muchas visitas de todo el mundo hispano y de Estados Unidos.

-25.000 comentarios son muchos comentarios. ¿Cuántos redacta a la semana?

-Entre 40 y 50. Ahora mismo tengo unas 7.000 bandas sonoras en lista de espera. Pero mire, el objetivo de ser la web con el mayor número de bandas sonoras comentadas ya está cumplido. Ahora prefiero verla como un ágora, un lugar de intercambio de conocimiento.

-Tengo entendido que sus críticas… o comentarios... Que los aludidos no siempre se lo toman bien.

-Bueno, es que hoy en día cotiza en bolsa la adulación, no el sentido crítico. Triunfas si eres adulador y no cuestionas nada. Entonces, sí, tengo casos de compositores que me tenían mucho aprecio público y un buen día después de un comentario me retiraban el saludo. Difícilmente encontrará por ahí críticas negativas de bandas sonoras españolas. ¿Qué pasa? ¿Que todas son buenas?

Noticias relacionadas

Regeneración democrática: qué, cómo y con quién

Las ciudades sostenibles, ni utópicas ni costosas; este domingo en EL PERIÓDICO

-¿Puede una mala película tener una buena banda sonora?

-Por supuesto. Una vez le pregunté a Morricone por qué trabajaba en películas erótico lésbicas y me dijo que en esa clase de películas la música no le importaba a nadie y podía hacer lo que quería. Me he encontrado tesoros de la música de cine en películas horribles.