La resaca del 23-J

ERC exige a Sánchez que descarte repetir elecciones y encare la negociación con los independentistas

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Sánchez vuelve a renacer contra pronóstico

Feijóo se estrella contra sus propias expectativas

Marta Vilalta

Marta Vilalta / KIKE RINCÓN / EUROPA PRESS

Barcelona

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El camino hacia un pacto que permita investir un presidente, en este caso, Pedro Sánchez, parece, tras el cierre de los colegios electorales, complejo. A la dificultad intrínseca de que la clave recaiga en Junts, que ha afirmado que solo dará su brazo a torcer a cambio del referéndum, se suma la petición de la fiscalía al juez Pablo Llarena para que reactive la euroorden contra el 'expresident' Carles Puigdemont. Y ante la posibilidad de que Sánchez quiera esquivar todo desgaste y confiar su suerte a la una eventual repetición electoral, ERC le exigió este lunes que afronte el diálogo con los partidos catalanes y, sobre todo, no dé otra bala a la derecha y a la extrema derecha. "Se ha parado al frente PP-Vox", señaló la portavoz republicana, Marta Vilalta.

El papel que parece que le tocará jugar a ERC en las próximas semanas, es casi de árbitro. Varapalo continuo a Sánchez, sí, pero reiteración hacia la extenuación, también, de que la opción del bloqueo de la gobernabilidad de España que adopta Junts, según Vilalta, "no es útil para los intereses de Catalunya", contando como tales todo lo relativo a la gestión del día a día de los catalanes. Es decir, ERC se mantiene en su 'precio' dado la semana pasada: acabar con el déficit fiscal, traspaso de Rodalies y retomar los trabajos de la mesa de negociación.

La sensación que recorre los pasillos de la sede de Esquerra en la calle de Calàbria es que a pesar del batacazo electoral, hasta la mitad de los escaños que tenía, la influencia de ERC no ha caído en la misma proporción. Y que el independentismo tiene la llave de la gobernabilidad a pesar de que los tres partidos (ERC, Junts y la CUP, puesto que el PDECat ha dejado de alinearse con el secesionismo) han perdido voto e, incluso, los anticapitalistas se han quedado fuera del Congreso.