Salvador Illa desgranará qué hará en Catalunya si es presidente en una conferencia el jueves

El líder y candidato del PSC, Salvador Illa, no concibe otro escenario que no sea convertirse en el próximo presidente de la Generalitat. Las encuestas reman a su favor, aunque sabe que no le basta con ganar -ya lo hizo en 2021- sino que necesita hacerlo con holgura para que el independentismo no sume y, además, condición no menor, lograr un pacto para alcanzar el Govern. Por ahora, el exministro se centra en los dos primeros hitos, el de ser el más votado y acercarse al millón de apoyos, la cifra que su equipo de campaña tiene señalado en rojo para imponerse con suficiente ventaja y mirar a ERC y a Junts por el retrovisor. Con esa meta en su agenda y las encuestas a su favor, el jueves desgranará en una conferencia su proyecto para Catalunya.

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Una hoja de ruta que detallará en el Museu Marítim de Barcelona con la que pretende seducir a todos aquellos que quieran "dejar atrás el 'procés'", sean autonomistas, federalistas o, incluso, independentistas. Por ello el lema de precampaña elegido por el partido es "Unir y servir", dos verbos que, desde el congreso del partido el mes pasado, Illa ha situado en el 'core' de su discurso ante las elecciones del 12 de mayo para proyectar la apertura de una "nueva etapa" en la que se relegue el conflicto territorial y se priorice la gobernabilidad. "La nuestra es una propuesta transversal dirigida a todos los catalanes que quieran superar una década pérdida", ha defendido la viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret.

En el ring en el que se está convirtiendo la precampaña para fijar las coordenadas del debate público, ha quedado claro que Illa trata de que estas elecciones se centren en la gestión o, como resume coloquialmente, "en las cosas que preocupan a los catalanes", que a su juicio no es ni la amnistía ni el referéndum. Sostiene que el epicentro debe ser la discusión sobre cómo se afronta la sequía, la mejora de la calidad del sistema educativo, la aceleración de la transición energética o los déficits en sanidad e infraestructuras.

La financiación como una de las carpetas

Si hay algo que exprimirán los socialistas a la hora de rivalizar con sus principales contrincantes -Pere Aragonès y Carles Puigdemont- es la ineficiencia que achacan a los sucesivos gobiernos con el conflicto territorial en el epicentro. "No se ha estado por lo que se tenía que estar", suele también decir el líder del PSC para hurgar en los déficits de gestión.

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El nuevo modelo de financiación que debe negociarse tras 10 años caducado será otro de los 'hits' de esta campaña y también hará referencia a ello Illa, pese a que rechaza que Catalunya deba salir del régimen común, como reivindican ERC y Junts. Sin embargo, los socialistas catalanes andarán con pies de plomo a la hora de entrar en el terreno de las concreciones. Sostienen que ellos son los únicos capaces de lograr un sistema que sea "justo" para Catalunya y a la vez "solidario" con el resto de España y que su apuesta pasa por la creación de un consorcio mixto entre la Generalitat y el Estado para recaudar los impuestos, en la línea de lo que recoge el Estatut. Aun así, el PSC defiende que el nuevo modelo debe ser pactado con el resto de comunidades autónomas, tarea que no será precisamente fácil y que no han logrado hasta ahora ni el Gobierno del PSOE ni el del PP.

Tercera gran transformación

Moret, que es también la jefa de campaña, ha defendido que Illa no es un líder que "prometa" sino que se "compromete" y "cumple", por lo que su proyecto se basará en propuestas "realistas" y en dar respuestas "eficientes y no efectistas" -un dardo especialmente dirigido, sin mencionarlos, a los independentistas- para una "tercera transformación" que considera que necesita Catalunya tras el despliegue del autogobierno en la etapa de Jordi Pujol y la de la ampliación de derechos sociales en la etapa de los dos 'tripartit'.