Más sequía y financiación que referéndum: la gestión se impone en el debate electoral de 3Cat

Referencia discreta al referéndum y la amnistía, pocas al 1-O y ninguna a la unilateralidad. Sintomático de cómo la gestión domina ahora la agenda de la política catalana. En el debate de Tv3 y Catalunya Ràdio, las medidas -y reproches- para afrontar la sequía y la negociación de la financiación se han llevado el protagonismo del bloque programático.

Reparto de culpas en sequía

A pesar de que las últimas lluvias han permitido al Govern suavizar las restricciones, la sequía ha vuelto a enfrentar a los partidos. El candidato del PSC, Salvador Illa, ha acusado a ERC y Junts de haber perdido "10 años" y de no haber planificado las infraestructuras hídricas necesarias. 

Por su parte, el president y candidato de ERC, Pere Aragonès, ha sacado pecho del aumento de las reservas y se ha defendido disparando contra Junts, que tenía este área del Govern hasta 2021; y también contra PSC, atribuyendo al "silencio" del Gobierno el hecho de que todavía no esté hecha la modernización del Canal de Urgell o la desalinizadora de la Tordera. 

El representante posconvergente, Josep Rull, que sustituye a Carles Puigdemont en los debates y que lideró esta cartera durante su Govern, ha acusado al PSC de dejar la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) "devastada" y con un "endeudamiento paralizante" tras el tripartito, algo que ha asegurado que dejó en vía muerta las inversiones hasta 2017 o 2018. 

A solo cinco días para las elecciones, Laia Estrada (CUP) y Jéssica Albiach (Comuns) han tratado de hacerse un hueco en la carrera alzando la bandera ecologista ante el cambio climático y reivindicándose como las garantes de que no haya macroproyectos en Catalunya. Igancio Garriga (Vox) y Alejandro Fernández (PP) han defendido la interconexión de cuencas hídricas -incluido el trasvase del Ebro-, mientras que Carlos Carrizosa (Cs) ha achacado la situación al 'procés'.

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La financiación eclipsa al referéndum

El nuevo modelo de financiación ha dejado en segundo plano el referéndum y la amnistía en el bloque dedicado a las relaciones entre Catalunya y España. Rull ha definido como "clave" la carpeta económica y ha lucido el peso de sus siete votos decisivos en el Congreso para tener la "llave de la caja", al mismo tiempo que ha acusado al PSC de estar en la mesa del PSOE a la hora de negociar esta cuestión. 

Illa ha entrado en el cuerpo a cuerpo con los independentistas por no haber hecho "nada" en 10 años para mejorar el sistema de reparto de recursos, al tiempo que Aragonès le ha echado en cara que los socialistas desde la Moncloa tampoco hayan avanzado en este sentido. "Defenderé los intereses de Catalunya", ha sentenciado Illa, prometiendo resolver la financiación en cuatro años. Nada ha dicho, en cambio, sobre la amnistía, aunque se lo han recriminado tanto desde el PP como desde Cs y Vox. 

El principal choque se ha producido cuando Fernández ha acusado de "mentir" a Illa, y este le ha reprochado desde la batalla contra el Estatut a la "guerra sucia", además de recordarle que fue bajo el gobierno del PP cuando los independentistas "vulneraron la ley".

Tanto Aragonès como Rull han defendido la vía pactada para lograr un referéndum, coincidencia que ha sido aprovechada por el republicano para dar la bienvenida a la negociación a Junts tras acusar a ERC de "traición". Albiach ha metido baza y ha presumido de que es la hoja de ruta de desjudialización de los Comuns la que se ha impuesto.

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El estado del catalán

El retroceso del uso social del catalán ha protagonizado buena parte del cuarto bloque, en el que los candidatos también han tenido la oportunidad de exponer sus propuestas en materia de cultural. Sobre el compromiso de destinar el 2% del PIB a esta carpeta, Estrada, Aragonès, Albiach, Rull e Illa se han mostrado favorables a respetar este acuerdo, mientras que Fernández, Carrizosa y Garriga no se han pronunciado al respecto. 

El candidato republicano ha lamentado que no se haya aprobado los presupuestos de 2024, que preveían un 1,7% del total a esta partida cultural, la cifra más alta de la historia. También morados y socialistas han pedido que los espacios culturales sean seguros y sin censura. Y, en ese sentido, Illa ha alertado también "del peligro de que la ultraderecha catalana", en referencia a Aliança Catalana, contribuya a esta censura, al tiempo que Albiach ha celebrado que se retire el premio nacional de Tauromaquia. 

El debate sobre la lengua ha elevado el tono del coloquio. Fernández, Garriga y Carrizosa han considerado la inmersión lingüística una medida excluyente, que "no ha funcionado" en el territorio y que se basa en un "proyecto ideológico". 

Así, el resto de candidatos han aprobado la inmersión, mientras que la CUP ha pedido políticas más ambiciosas. Rull se ha dirigido a Illa y le ha pedido unirse al consenso para garantizar la supervivencia del catalán.

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La seguridad centra el bloque social

Vivienda, seguridad, educación, sanidad o políticas feministas han sido algunos de los temas que los candidatos han puesto sobre la mesa. Pero el titular se lo ha llevado Illa cuando ha anunciado que, si es president, nombrará a la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, consellera de Interior, y recuperará a Josep Lluís Trapero al frente de los Mossos d'Esquadra.

En este punto también, Aragonès ha tratado de sacar pecho de su obra y ha acusado a Junts y Comuns de haber dinamitado algunas de las políticas sociales que tenía previstas con su 'no' a los presupuestos, que acabó precipitando las elecciones. 

Pero uno de los momentos más tensos ha sido cuando Garriga ha acusado al Govern de promover un "efecto llamada" con la inmigración y de "repartir 'paguitas' a los marroquís, mientras se las niegan a los catalanes". Albiach le ha acusado de mentir, mientras que Estrada, que un primer momento se ha alarmado por las afirmaciones racistas del candidato de Vox, ha reclamado después obviarlo para no darle más protagonismo. 

Rull, por su parte, ha centrado este bloque en la educación, y ha pedido recuperar la cultura del esfuerzo y la sexta hora en los centros de alta complejidad.

A pesar de que no era la materia en cuestión, Carrizosa ha vuelto a hablar del 'procés', acusando a sus líderes de propiciar un problema de "seguridad" al haber estado "involucrados en actividades ilegales".