Elecciones catalanas

ERC busca en la industria un motor para atraer a nuevos votantes

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El presidente de ERC, Oriol Junqueras, con un trabajador de Seat.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, con un trabajador de Seat. / Paula Roque / ERC

Quim Bertomeu

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ERC siente que para tener la oportunidad de repetir otro mandato al frente de la Generalitat debe movilizar una parte de votantes que, ahora mismo, no tienen claro si ir a las urnas el 12 de mayo. Una movilización que, si no le permite ganar, al menos le deje en segunda posición por delante de Junts y a una distancia razonable del PSC. Con este orden, le podría bastar. Es por este motivo que los republicanos llevan días buscando la tecla para lograr este salto de calidad y este viernes han explorado el campo de la industria. El presidente del partido, Oriol Junqueras, ha estado de madrugada con los trabajadores de Seat, y el president de la Generalitat y candidato a la reelección, Pere Aragonès, ha participado en el acto en el cual se ha certificado el desembarco la empresa china Chery en los antiguos terrenos de Nissan en Barcelona.

Desde que empezó la campaña, ERC ha intentado erigirse como el partido de las "propuestas". Ha buscado captar votantes pulsando la tecla del 'procés' con un plan específico para intentar lograr el referéndum pactado; la tecla del autogobierno con la idea de una financiación singular, y la del Estado del Bienestar con anuncios como la gratuidad de las guarderías. Este viernes, ha pulsado la de la industria. La idea de Junqueras es la de reivindicarse como un partido 'labour', terminología anglosajona para definir a las formaciones de centroizquierda preocupadas por el trabajo y con fuertes lazos con los sindicatos.

Junqueras ha llegado a la fábrica de Seat en Martorell a las cinco y media de la mañana y, acompañado por candidatos y militantes del partido, ha repartido 4.000 folletos con las propuestas de Esquerra. Esta ha sido la hora elegida porque es el cambio de turno, momento de trajín entre los trabajadores que entran a trabajar y los que salen. Allí, el presidente de ERC ha defendido el compromiso de su partido y del Govern con "los puestos de trabajo dignos y prósperos" y también con la reindustrialización de Catalunya, es decir, con la captación de nuevas inversiones industriales que reviertan las deslocalizaciones que se dieron con la última crisis.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este viernes en el acto de Chery.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este viernes en el acto de Chery. / Lorena Sopena / Europa Press

Si Junqueras ha estado en Martorell, horas más tarde Aragonès estaba en la Zona Franca para recibir a Chery. En este caso no era un acto de partido, sino la firma del acuerdo para el aterrizaje de la compañía. Un evento en el que también ha estado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Aunque el tono era necesariamente más institucional, el president de la Generalitat no ha dejado de reivindicar que la multinacional china haya elegido Catalunya para "abrirse las puertas a Europa". "Ante el riesgo de un cierre, conseguir una nueva inversión. Así es como trabaja el Govern", ha destacado. Aragonès aún tiene otro gran proyecto avanzado, la inversión de la surcoreana Lotte en Mont-roig del Camp, que le llevó a desplazarse personalmente a este país asiático.

La foto de Chery también deja otra percepción. Que ERC no estará sola buscando el voto de la reindustrialización. Los socialistas también han hecho una apuesta fuerte por este tema: Illa ha prometido una "tercera gran transformación" en Catalunya basada en la defensa del sector industrial.

El reto de Aragonès

Los tres años de presidencia de Aragonès se han sucedido en un periodo económico próspero que le ha permitido aprobar dos presupuestos públicos expansivos -con aumento de recursos en sectores clave como la Sanidad y la Educación- y exhibir unos índices de paro a la baja. Es frecuente escuchar al president recalcar que Catalunya tiene los niveles de desempleo más bajos en 15 años. El reto del presidente es, ahora, traducir esta bonanza en apoyo popular. En las dos elecciones que ha habido durante el mandato del president de ERC, las municipales y generales del año pasado, no pudo hacerlo. En esos dos comicios, Esquerra retrocedió.

En las elecciones generales, el partido interpretó que habían perdido a dos grandes tipos de votantes: unos que se fueron a los socialistas como voto útil para frenar un gobierno PP-Vox y otros que se quedaron en casa. Ahora, confían en recuperar a los que hicieron ese voto útil -un ejecutivo PP-Vox no es una posibilidad en Catalunya- y en movilizar a los que no pudieron entonces. La idea es buscarlos en la industria, y donde haga falta.

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