Illa rechaza bajar impuestos porque la presión fiscal está por debajo de la media europea

Ha reconocido que era consciente de que parte del auditorio del Círculo Ecuestre esperaba una respuesta distinta, pero el líder y candidato del PSC, Salvador Illa, ha verbalizado y reiterado que rechaza una bajada de impuestos como la que en los últimos días ha defendido Foment bajo la denuncia de que Catalunya es un "infierno fiscal". No se trata, ha venido a decir, de un capricho ideológico, sino de ajustarse a las recomendaciones europeas. "Nuestra presión fiscal está tres puntos por debajo de la media europea", ha argumentado, además de recordar que en los últimos años las instituciones han hecho un "esfuerzo" para inyectar fondos públicos a la economía para hacer frente al impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania.

ERC hurga en la ausencia de Puigdemont en los debates y dice que el "candidato efectivo" es Rull

"Se hizo bien y menos mal que se hizo", ha dicho tratando de convencer a aquellos que fruncen el ceño ante el escenario de no bajar impuestos. Como mucho, ha apuntado Illa, está dispuesto a atender peticiones "y hacer ajustes técnicos en algunas figuras impositivas", pero siempre en consonancia con el ámbito europeo. También ha insistido en la importancia de poner fin a la "competencia fiscal desleal", el conocido como 'dumping fiscal', entre territorios, una de las propuestas que enmarca en el modelo de financiación que defiende. "Se debe desterrar de España y de Europa", ha sostenido.

Dentro del nuevo sistema de financiación, ha vuelto a resaltar su apuesta por el consorcio tributario entre la Generalitat y el Estado que recoge el Estatut, un organismo que incluso ha defendido que "puede recaudar todos los impuestos" si así se pacta con el Gobierno. También el principio de ordinalidad, volviendo a incidir en que cualquier presidente autonómico puede entender que hay que "corregir" que Catalunya sea la tercera autonomía en aportar recursos y la decimocuarta en recibir.

Illa incluye tanto a independentistas como al PP en la geometría de pactos para un Govern "estable"

Réplica a Puigdemont: "Gané yo"

Más agrio ha sido el tono contra los partidos independentistas, pese a que no descarta pactos postelectorales con ninguno de ellos. Después de que el candidato de Junts, Carles Puigdemont, haya amenazado con retirar el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez si Illa la arrebata la presidencia con una jugada como la que le hizo Jaume Collboni a Xavier Trias en Barcelona para llevarse la alcaldía, el líder del PSC le ha recordado que él ganó las elecciones de hace tres años, pero que se quedó sin ser presidente por un pacto de los independentistas. "Gané las últimas elecciones, pactaron, y es legítimo, y no me quejé ni un segundo", ha espetado, añadiendo que incluso firmaron un "cordón sanitario" en contra del PSC que después saltó por los aires porque ambos han pactado con los socialistas. Con los bloques rotos, Illa mantiene que no impondrá vetos a nadie, con la excepción de la extrema derecha de Vox y Aliança Catalana.

Sin embargo, ha advertido de que la "pelea constante" que ha marcado la relación entre ERC y Junts en esta legislatura hace presagiar que un nuevo Govern formado por los dos partidos supondrá la "destrucción mutua asegurada" de Catalunya. Illa ha hecho hincapié en que a los independentistas "no les ha funcionado nada", ni cuando gobernaba CiU con ERC, ni con las presidencias de Junts, ni con la de ERC ni cuando se presentaron en coalición con Junts pel Sí.

Illa, Aragonès o Puigdemont: ¿quién será president? Todos los pactos posibles

"Sin incomodar" a Sánchez

Ante las turbulencias de los últimos años, el candidato del PSC ha prometido "estabilidad y certezas", además de sacar pecho de que piensa arrancar mejoras para Catalunya "colaborando" y no "incomodando" al Gobierno de Sánchez, justo lo que la reprochan sus rivales políticos. "Ellos han incomodado mucho, pero no han conseguido nada", ha replicado. También ha defendido la amnistía ante un público que es claramente receloso a la concesión de la medida de gracia. "Tenemos una convivencia menos resentida y no vemos manifestaciones que tensan. Eso me permite apelar a la confianza de los que dudan", ha asegurado pidiendo un margen de tiempo para constatar como la amnistía sigue los mismos pasos que los indultos y la reforma del Código Penal.