CaixaBank prestará servicios de banca móvil en 503 municipios catalanes y Caixa Enginyers, en 313

CaixaBank prestará el servicio de banca móvil en los 503 municipios catalanes que carecen de sucursales de entidades financieras y Caixa Enginyers, en 313. Es el resultado del concurso que lanzó a finales del año pasado la Conselleria de Economia con el objetivo de dotar de oficinas bancarias móviles a 503 poblaciones que actualmente carecen de oficinas de entidades financieras y en las que viven más de 307.553 personas. En alguno de los municipios viven menos de 100 personas.

Mapa y buscador | Estos son los 503 municipios de Catalunya que no tienen ninguna oficina bancaria

Los servicios se comenzarán a prestar en un periodo de entre seis y nueve meses en el caso de Caixa Enginyers y en nueve en el de CaixaBank, según ha explicado la consellera de Economia, Natàlia Mas, desde Alpens, en el Lluçanès, uno de los municipios beneficiarios. Las dos entidades financieras fueron las únicas que se presentaron al concurso.

La licitación se dividió en cinco lotes. CaixaBank prestará el servicio en todos ellos, es decir, en municipios repartidos por 41 comarcas. Se trata de:

Baix Ebre, les Garrigues, Montsià, Pla d'Urgell, Priorat, Ribera d'Ebre, la Segarra, el Segrià, la Terra Alta y Urgell.

L’Alt Camp, l’Alt Penedès, l’Anoia, el Baix Camp, el Baix Penedès, la Conca de Barberà, el Garraf y el Tarragonès.

Alt Urgell, Aran, la Cerdanya, la Noguera, el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y el Solsonès.

Alt Empordà, el Baix Empordà, la Garrotxa, el Gironès, el Pla de l'Estany i la Selva.

Bages, el Baix Llobregat, el Berguedà, el Lluçanès, el Maresme, el Moianès, Osona, el Ripollès, el Vallès Occidental i el Vallès Oriental.

Caixa Enginyers prestará el servicio en municipios de 24 comarcas en las que coincidirá con CaixaBank. Se trata de L’Alt Camp, l’Alt Penedès, l’Anoia, el Baix Camp, el Baix Penedès, la Conca de Barberà, el Garraf y el Tarragonès; Alt Empordà, el Baix Empordà, la Garrotxa, el Gironès, el Pla de l'Estany i la Selva; y Bages, el Baix Llobregat, el Berguedà, el Lluçanès, el Maresme, el Moianès, Osona, el Ripollès, el Vallès Occidental i el Vallès Oriental. CaixaBank comenzará a prestar el servicio en nueve meses, mientras que Caixa Enginyers lo hará en seis en los municipios del Alt Empordà, el Baix Empordà, la Garrotxa, el Gironès, el Pla de l'Estany y la Selva; en ocho meses en los del Alt Camp, l’Alt Penedès, l’Anoia, el Baix Camp, el Baix Penedès, la Conca de Barberà, el Garraf y el Tarragonès y en el resto, en 9 meses.

El contrato tiene una duración de dos años prorrogables otros dos y tiene un importe de 990.920 euros. el coste del servicio será compartido entre la Generalitat y las entidades adjudicatarias. La idea de esta iniciativa es acabar con la exclusión financiera de determinadas poblaciones. Tras conocer los puntos de vista de las entidades de crédito y evaluar su capacidad de ofrecer las prestaciones se optó por la licitación.

Las oficinas bancarias móviles deberán contar con cajero automático ofrecerán una atención personalizada para retirar e ingresar dinero en efectivo ; domiciliar pagos de recibos e impuestos y tasas, consultar movimientos y saldos en las cuentas y obtener extractos bancarios, entre otros servicios que ofrecen los bancos en sus oficinas. Se tendrá que garantizar un servicio de al menos un día al mes en cada municipio. En las localidades de hasta 250 habitantes deberán pemanecer al menos media hora y en las de más de esos habitantes no podrán estar menos de una hora.

Las entidades podrán visitar entre 3 y 6 poblaciones por jornada laboral. Los municipios cubiertos por las dos entidades financieras dispondrán de dos días al mes de servicio, cada uno de ellos por parte de una de las entidades. Los bancos deberán prestar un servicio de asesoramiento financiero tanto de las cuentas como de otros productos bancarios. E

En los últimos 14 años, Catalunya ha perdido 5.961 oficinas bancarias. Según los datos del Banco de España, ha pasado de tener 8.155 en 2008 a 2.194 en 2022. Es una tendencia general, aunque más acelerada en España y Catalunya. En la Unión Europea, la reducción del número de oficinas durante este periodo ha sido del 41%, frente al 58% en España y el 73% en Catalunya.