CaixaBank eleva su beneficio un 54% y descarta devolver su sede a Catalunya

El alza de los tipos de interés oficiales, que los bancos se han preocupado porque se refleje mucho más en el coste de los créditos que en la remuneración de los depósitos, sigue deparando resultados excepcionales para el sector financiero. CaixaBank ganó 4.816 millones de euros el año pasado, un 53,9% más que en 2022. Al contrario que en los casos de Santander, BBVA y Sabadell, el banco no ha superado el resultado máximo histórico de 5.226 millones que obtuvo en 2021 gracias a los beneficios extraordinarios que le aportó absorber Bankia a un precio inferior a su valor contable. Sin ese efecto excepcional, eso sí, el resultado recurrente de aquel ejercicio fue muy inferior, de 2.359 millones, con lo que en la práctica de 2023 fue notablemente mayor. Las acciones del banco cerraron a 3,913 euros, con un ligero descenso del 0,15%.  

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Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, ha aprovechado la presentación de los resultados para confirmar que la entidad no tiene intención de devolver a Barcelona su sede social, que trasladó a Valencia en 2017 a causa del 'procés'. "Cuando se produjo la fusión, tanto CaixaBank como Bankia tenían su domicilio social en Valencia. CaixaBank mutó con la fusión, incrementando su presencia en mercados como el valenciano y el madrileño. En el primer consejo tras la fusión, reflexionamos sobre nuestra sede social y llegamos a la conclusión de que iba a continuar siendo Valencia. Y no lo hicimos por razones de seguridad o inseguridad jurídica, sino porque pensábamos que era lo mejor para nuestros depositantes y accionistas. Y por tanto dijimos que estábamos en Valencia con vocación de permanencia. Eso no ha cambiado, seguimos pensando lo mismo", ha defendido.

Valencia, ha seguido argumentado, es un "lugar extraordinariamente equilibrado" y cualquier otro lugar "no reúne las condiciones de origen" que tiene la ciudad. El banquero ha recibido muchas preguntas sobre la sede. Algo inevitable, después de que el acuerdo de investidura de PSOE y Junts incluyese un "plan para facilitar y promover" el regreso a la comunidad de las sedes de las empresas que se fueron y de que la vicepresidenta María Jesús Montero se abriese a tomar medidas para que "no se produzcan ingenierías fiscales para que, declarando la actividad principal en un sitio, el domicilio social esté en otro". Unas posibles medidas sobre las que Goirigolzarri ha evitado pronunciarse, si bien ha asegurado no sentirse "presionado" para devolver la sede a Barcelona.

Dividendo

Gracias a la mejora del resultado, el banco ha anunciado este viernes que pagará en abril un dividendo un 69,9% superior al del año pasado, de 0,3919 euros brutos por acción. Supone repartir a sus accionistas 2.890 millones de euros, el 60% del beneficio anual, máximo dentro de su objetivo de remunerarles con entre el 50% y el 60% de las ganancias. La cantidad que recibirá la Fundación La Caixa (dueña del 32,2% de sus acciones) subirá de los 550 millones del año pasado a 930 millones, mientras que el Estado (propietario del 17,3%) pasará de percibir unos 300 millones a recibir 499 millones.

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El banco, además, ha anunciado que lanzará una nueva nueva recompra de acciones en el primer semestre para "acercar" su capital al 12% desde el 12,4% con que cerró 2023 (lo que le da un margen de unos 869 millones de euros). Además, repartirá otros 5.100 millones a sus accionistas entre esa recompra, el dividendo contra los resultados de 2024, y una remuneración adicional que se decidirá a principios de 2025. Así, la subida de tipos va a permitir al banco retribuir a los accionistas con 12.000 millones entre 2022 y 2024, muy por encima de los 9.000 millones previstos inicialmente.

Clientes más rentables

Con el crédito cayendo el 2%, el principal motor de la mejora del resultado ha sido el alza de ingresos por efecto de la subida de los tipos de interés. Así, el tipo medio pagado por sus clientes por el crédito subió en un año del 2,24% al 4,47%, mientras que la remuneración abonada por los depósitos se incrementó del 0,16% al 0,89%, con lo que la diferencia a favor del banco aumentó de 2,18 a 3,58 puntos porcentuales. Ello favoreció que los ingresos por la diferencia entre los intereses cobrados y los pagados se disparasen el 54,3% en el ejercicio. 

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Goirigolzarri, en este sentido, ha defendido que la rentabilidad de la entidad "no es extraordinaria, sino razonable". Además, ha continuado, el país debe ser consciente de que "necesita bancos potentes" para financierar a familias y empresas. En esta línea, ha vuelto a abogar por la eliminación del 'impuesto' a la banca, si bien ha afirmado que la relación con el Gobierno "nunca ha estado deteriorada". Eso sí, ha advertido de que la inestabilidad política no es un problema si es breve, pero su "incidencia es evidente" en la economía si se mantiene en el tiempo.

Resultados

La mejora del negocio de seguros directo (19,6%) y de las aseguradoras participadas (52,7%) también elevaron los ingresos. Sin embargo, la caída de las comisiones (-5,1%, principalmente por la eliminación de las comisiones de custodia de depósitos de grandes empresas y por las bonificaciones aplicadas en los programas de fidelización de clientes) y el 'impuesto' a la banca (373 millones) limitaron la mejora de los ingresos totales al 28,3%.

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Los gastos crecieron notablemente menos (5,2%), con lo que el resultado de explotación mejoró el 52,4%. El incremento contenido de las provisiones para afrontar futuras pérdidas (11,7%) permitió que el resultado antes de impuestos creciese el 60,3%. El fuerte incremento del pago del impuesto de sociedades (77,3%) por la mejora del resultado y por no ser deducible el 'impuesto' a la banca explican que el incremento final del beneficio fuese del 53,9%.