BIST Forum 2024

Aragonès se compromete a trabajar en la carga burocrática de la transferencia tecnológica y mejorar la financiación

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El presidente Pere Aragonès en el BIST

El presidente Pere Aragonès en el BIST / Albert Mollón / BIST

Paula Clemente

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A juzgar por el discurso con el que el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, inaugura el BIST Forum 2024, la administración catalana es plenamente consciente del potencial e importancia del tejido investigador catalán. “Tenemos uno de los ecosistemas de innovación más potentes y con más potencial del sud de Europa”, ha afirmado el dirigente. “Tenemos indicadores muy positivos de la producción científica y del potencial de producción científica que existe en el ecosistema de nuestro país, y esto nos tiene que estimular a seguir dando respuesta a todos los retos y dificultades de futuro”, ha asegurado. Entre ellos, según el compromiso que se autoimpone Aragonès frente al centenar de investigadores que le escuchan, aliviar la carga burocrática de la transferencia tecnológica y mejorar el presupuesto destinado a investigación.

El president se ha comprometido, de hecho, a trabajar en estas tareas que sabe pendientes para “consolidar Catalunya como una nación de ciencia” y “mejorar las condiciones de trabajo de todos los científicos, investigadores y profesionales vinculados al ecosistema”. Sobre todo porque, según ha destacado Aragonès, uno de los elementos más importantes dentro del mundo de la ciencia es que sus avances lleguen a la sociedad y a la economía.

"La obligación y convicción que tenemos las administraciones públicas –ha subrayado, también, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni– es generar marcos estables en el tiempo que permitan desarrollar estos proyectos y garantizar la financiación".

Abogar por todo eso es, de hecho, uno de los objetivos que persigue la asociación de centros de investigación que ha organizado este primer foro en el que han participado Aragonès y Collboni. El Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) es un organismo públicoprivado de cooperación científica conformado por 7 centros de investigación de la comunidad (CRG, IBEC, ICFO, ICIQ, ICN2, IFAE e IRB), que aglutinan a 2.600 profesionales y que han sido origen de la creación de unas 40 empresas.

“Esto no ha salido de la nada: es remarcable lo que ha logrado el sector de la investigación desde la restauración de la democracia, y el mérito recae en las instituciones de investigación y en los sucesivos Governs”, ha reconocido el presidente del BIST, Andreu Mas-Colell. “Podemos esperar que el crecimiento de este sector siga hacia arriba, y más de forma exponencial que lineal”, ha augurado el mismo.

De nanorobots a un fármaco contra el cáncer

El plantel de investigadores que han pasado por el escenario de este encuentro, quieren ser una prueba de ello. La primera mesa redonda la protagonizan tres investigadores ganadores de una de las cotizadas becas del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés). Katherine Villa, desde el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), trabaja en nanorobots recargables que erradiquen la aparición de hongos en los biomateriales. Gerard Ariño, del Institut de Física d’Altes Energies (IFAE), investiga en torno a un sistema para detectar el cáncer. Y María Escudero Escribano está centrada, en el Institut Català de Nanociència i Nanotecnologia (ICN2), en la obtención de energía renovable de varias fuentes.

Tras ellos, han explicado sus proyectos Pulmbiotics (una ‘startup’ que trabaja en un tratamiento para enfermedades respiratorias), Luxquanta (está arrasando con sus sistemas y tecnologías capaces de proveer de energía cuántica a la infraestructura actual) y Ona Therapeutics, una biotecnológica que va tras un fármaco ‘bio’ que ataque el cáncer avanzado. Y, junto a ellas, los centros de investigación de los que han salido: el Centre de Regulació Genòmica (CRG), el Institut de Recerca Biomèdica (IRB), y el Institut de Ciències Fotèniques (ICF).

Problemas de infraestructura y políticas de inversión

En este caso, las investigadoras sobre el escenario han reconocido también lo mucho (y bien) que está creciendo el ecosistema catalán y lo importante que ha sido y es la financiación pública en este sentido, ante lo cual, de hecho, han pedido más. “Tenemos un problema de infraestructura –porque cuando empresas como las nuestras crecen necesitan más laboratorios y expandirse– y de falta de políticas que incentiven la inversión, que es crítica para generar conocimiento”, ha planteado la fundadora de Pulmbiotics, Maria Lluch.

Cuando trabajas con soluciones tan técnicas –ha coincidido la consejera delegada de Luxquanta, Vanesa Díaz–, "para conectar con tu potencial cliente, necesitas que tu marca se conozca, y para eso es clave el apoyo público, que es lo que acaba despertando y atrayendo las grandes inversiones [privadas]”, ha coincidido la consejera delegada de Luxquanta, Vanesa Díaz.

“Mi sensación es que la sociedad percibe nuestro sistema de investigación como un elemento estático, porque no se ve el crecimiento, el desarrollo y, consecuentemente, el impacto”, ha reflexionado, rato después, el director del BIST, Eduard Vallory. “Hace 20 o 25 años un grupo de personas creyó que Catalunya podía tener investigación de frontera y diría que hoy falta gente que crea que podemos tener una economía importante y robusta basada en la investigación”, ha añadido este responsable, quien también ha asegurado que probablemente ese sea el mayor reto del sector: demostrar que la investigación es una inversión, que el proceso de madurez requiere tiempo y lo que podemos esperar si la inversión se hace bien.