Telecomunicaciones

¿Qué papel jugarán La Caixa y el BBVA tras la entrada del Estado en Telefónica?

¿Por qué el Estado quiere volver a Telefónica?

El Gobierno aprueba la compra del 10% de Telefónica por la SEPI para convertirse en su primer accionista

Junta de accionistas de Telefónica. 

Junta de accionistas de Telefónica.  / EFE / CÉSAR CABRERA

Pablo Allendesalazar

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El anuncio de que el Estado volverá a entrar en Telefónica con hasta un 10% del capital 26 años después de culminar la privatización del antiguo monopolio público de telecomunicaciones ha situado en el centro de las miradas a los dos principales accionistas españoles de la compañía: la Fundación La Caixa (a través de su 'holding' Criteria y su participada CaixaBank) y el BBVA. Según ha publicado 'El País', el Gobierno pretende articular un "pacto estable" con las dos entidades (cada una con en torno a un 5% de las acciones de Telefónica) con el objeto de garantizar la "estabilidad accionarial" de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete. 

Tanto La Caixa como BBVA son accionistas relevantes de Telefónica desde hace unas tres décadas y, como tales, comparten el interés común de dar estabilidad a la operadora de telecomunicaciones, pero no tienen suscrito un pacto parasocial (acuerdo entre accionistas para coordinar sus votaciones en los órganos de gobierno de la empresa, entre otros aspectos). Fuentes financieras interpretan que el Gobierno estaría interesado en sumarse a esa colaboración para dar estabilidad a la empresa de telecomunicaciones tras la entrada en su capital de la operadora pública saudí STC, pero no pretendería alcanzar un pacto formal entre el Estado -a través de la SEPI- y los dos bancos privados. El Estado, por otro lado, ya es el segundo accionista de CaixaBank, tras la Fundación La Caixa, merced de la absorción de Bankia por parte del banco hoy presidido por José Ignacio Goirigolzarri.

La Caixa, el BBV y Argentaria (las dos entidades que se fusionaron en BBVA) formaron el núcleo duro accionarial de Telefónica cuando se culminó su privatización por parte de los Gobiernos de Felipe González y José María Aznar a mediados de los años 90 del siglo pasado. Isidre Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, es consejero de Telefónica desde 1994 y actualmente ocupa una de sus tres vicepresidencias en representación de CaixaBank. Por su parte, José María Abril es consejero desde 2007 en representación del BBVA y también ocupa una de las vicepresidencias de la operadora. 

Buenos ojos

Altos representantes de los dos bancos han mostrado públicamente su beneplácito con matices a la entrada en Telefónica de STC. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, aseguró a principios de junio que era una "buena noticia" que empresas españolas despierten el interés de inversores extranjeros. "Interpretar que entra capital en España de fuera, en un país que, seamos realistas, necesitamos de la inversión exterior, es muy importante para nosotros, tenemos que verlo con buenos ojos", argumentó. La entidad posee un 3,5% de Telefónica (un 0,96% a través de una cobertura sobre su capital), mientras que su principal propietaria, la Fundación La Caixa, es dueña de otro 2,53%.

Gortázar, eso sí, deslizó un cierto reproche sobre la forma empleada por la compañía controlada por el fondo soberano del Gobierno saudí para anunciar su irrupción en el accionariado de Telefónica. "La entrada anunciada de manera un poco sorpresiva quizás ha generado más polvareda innecesariamente por ese elemento sorpresa. En una entidad tan importante como Telefónica para España no es siempre la mejor manera de entrar", criticó. 

Buena oportunidad

El banquero, en cualquier caso, hizo una valoración generalmente positiva de la operación sobre Telefónica, una compañía que su banco "aprecia, admira y cuida mucho". "(STC) entra porque ve una buena oportunidad financiera en Telefónica, cosa que nosotros compartimos también, porque ve posibilidades sin duda de cooperación, por el buen trabajo y el buen estado en el que está Telefónica. Todo eso tenemos que verlo en positivo y dejar a cada uno, al Gobierno por un lado y al consejo de Telefónica por otro, elaborar sus conclusiones para ver cuáles son los próximos pasos", añadió Gortázar.

Por su parte, su homólogo de BBVA, Onur Genç, se pronunció en términos similares: "Hay muchas dimensiones sobre esto, y algunas de ellas están siendo estudiadas por el Gobierno y sobre ellas no podemos comentar, obviamente; pero desde una perspectiva financiera, hablando financieramente, es muy bueno que los inversores muestren interés en una compañía de la importancia de Telefónica". El banco de origen vasco tiene su participación en Telefónica (4,839%) en la categoría contable de disponible para la venta, si bien no se deshizo de ella cuando la operadora tenía un valor en bolsa muy superior al actual.