La cadena hotelera Sercotel entra en el negocio de la restauración con 5 locales en marcha y otros 2 en camino

La cadena hotelera Sercotel operará también restaurantes y cafeterías. La empresa catalana, propiedad desde 2020 de la familia Gallardo (Almirall), ha puesto en marcha, este año, los primeros establecimientos de dos futuras cadenas de restauración llamadas La Ribera y Godere, una pastelería, una cafetería Granier; y ha cedido otro de sus locales a un socio ajeno para que abra allí su restaurante. El objetivo de la compañía, que da por seguras otras 2 aperturas del estilo el año que viene, es diversificar su oferta y monetizar espacios a los que no se sacaba suficiente rendimiento, aunque, a partir de ahora, este va a ser un elemento central en una estrategia de crecimiento que les ha llevado a triplicar el número de hoteles que tenían en 2019 y que tendría que traducirse en la apertura de otros 40 alojamientos de aquí a 2025.

“Nuestra estrategia de expansión empezó en julio de 2020: cuando la gente estaba pensando en qué iba a pasar con el turismo, los viajes o si la gente teletrabajaría permanentemente, nosotros apostamos por que el mundo volvería a ser lo que era y que, además, la gente viajaría más de lo que viajaba”, recuerda el consejero delegado de Sercotel, José Rodríguez. Lo que les permitía invertir, mientras otros cerraban, era una situación financiera sólida y ningún tipo de deuda, ambas cosas, fruto de la política de la empresa de no poseer ninguno de los edificios en los que abre sus hoteles.

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Así pasaron de 18 hoteles en 2019 a 51 en 2023, además de otros 9 en construcción y 35 franquiciados. Y así han pasado de un volumen de negocio de 45 millones de euros hace los mismos cuatro años, a superar los 120 millones de euros cuando cierren este ejercicio, un 28% más que hace un año. “Los años de crecimiento explosivo en el número de hoteles incorporados a la cadena han sido 21, 22 y 23, pero la perspectiva para 24, 25 y 26 es la misma: continuar con el modelo de crecimiento agresivo, porque sigue habiendo una oportunidad muy grande en el mercado hotelero español”, confiesa Rodríguez.

Sin embargo, en esta segunda fase del plan, será crítico el tipo de edificios que elijan, porque, ahora, a todo esto se añade la voluntad de empezar a ser también restauradores. Sin ir más lejos, su previsión es haber duplicado en tres años lo que facturan actualmente con los comedores de sus hoteles, hasta los 50 millones de euros.

“Típicamente, los restaurantes de hoteles están orientados al cliente de ese hotel, pero ese es un mercado muy estrecho”, contextualiza el director general de la cadena. “Primero, porque se dirige solo a la gente que duerme allí; segundo, porque en una ciudad con una buena oferta gastronómica como Barcelona, la opción de quedarse [a comer] en el hotel no es evidente”, añade.

Oferta para el público local

De este modo, el proyecto planteado fue abrir, en aquellos alojamientos en que el comedor del hotel diera a pie de calle, restaurantes con una marca e identidad propia ajena a Sercotel, con un equipo detrás experto en restauración y no en hostelería, y con un público en un 80% local y que, solo en un 20%, viniera del propio hotel.

Esto, que se ha puesto en marcha este verano con un restaurante de arroces y cocina mediterránea española llamado La Ribera en Sitges y otro local de cocina italiana apodado Godere en Pozuelo (Madrid), se ha acabado ampliando también a una ‘joint venture’ con Granier, con la que han lanzado la marca conjunta Artesano, que ya tiene su primera pastelería en la recepción de un hotel en Málaga, y a la opción de subarrendar espacios a restauradores ajenos para que coloquen allí sus negocios a cambio de un porcentaje de las ventas. El primero, en este caso, es un restaurante en la Playa de las Canteras en las Palmas de Gran Canaria.

La cuestión es que ni siquiera diez de los hoteles que tienen ahora mismo en gestión en España cumplen con una estructura que les permita ir abriendo este tipo de negocios junto a sus hoteles, así que van a ser las nuevas aperturas las que los alberguen. El propósito de José Rodríguez es abrir 5 de estos negocios de restauración cada año.

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