Hidrógeno renovable y ecoplanta

Repsol congela 1.500 millones en inversiones 'verdes' en Bilbao, Tarragona y Cartagena por la política fiscal del Gobierno

Repsol advierte de que prorrogar el impuesto a las energéticas podría hacer peligrar sus inversiones en España

PSOE y Sumar acuerdan prorrogar los impuestos a banca y energéticas

Archivo - Sede Repsol.

Archivo - Sede Repsol. / REPSOL - Archivo

Sara Ledo

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Repsol cumple su amenaza y pone en 'stand by' alrededor de 1.500 millones de euros en inversiones 'verdes' en España como consecuencia del anuncio de PSOE y Sumar de consolidar el impuesto a bancos y energéticas. Sin que se haya cumplido un mes siquiera desde que inaugurara su primer proyecto de hidrógeno, congela su plan de construir grandes máquinas para producir este vector energético en las refinerías de Bilbao, Cartagena y Tarragona, así como la ecoplanta de aprovechamiento de residuos urbanos para producir metanol, proyectada en Tarragona, según fuentes del mercado.

El pasado jueves, en la presentación de resultados, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, amenazaba al Gobierno de que "la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal podría condicionar sus futuros proyectos industriales en España". Este lunes, el presidente de la filial vasca Petronor, Emilio López Atxurra, ha puesto negro sobre blanco la primera de estas inversiones: la máquina de producir hidrógeno (electrolizador) de 100 MW prevista para 2026 en Bilbao, con una inversión prevista de unos 200 millones de euros, que ha sido reconocido por la Comisión Europea como proyecto estratégico y de interés común europeo (IPCEI), según reveló en declaraciones en Radio Euskadi. También la futura planta industrial adyacente para producir combustibles sintéticos, aunque en este caso todavía no había sido anunciada la inversión.

Al proyecto vasco hay que añadir las otras dos grandes máquinas de hidrógeno previstas por Repsol en los alrededores de sus principales refinerías, que también se congelan, según fuentes del mercado. Una de ellas es el electrolizador de 100 MW de Cartagena, que también ha sido incluido como IPCEI. Se trata de un proyecto desarrollado por un consorcio encabezado por Repsol y del que también forman parte Enagás Renovable y Engie. Esta gran máquina para producir hidrógeno estima una inversión de unos 215 millones de euros y una generación de alrededor de 1.100 empleos en las diferentes fases de construcción. Tras su puesta en marcha, prevista para 2025, una parte del hidrógeno renovable de estas instalaciones se utilizaría para descarbonizar distintas industrias del Valle de Escombreras, entre las que se encuentra la refinería de Repsol.

Y la otra es el electrolizador de 150 MW proyectado en Tarragona, donde Repsol lidera un consorcio formado por Enagás Renovable, Iqoxe y Messer en un proyecto valorado en 320 millones de euros y que ha sido seleccionado por la Comisión Europea para recibir 62 millones de euros dentro del programa Innovation Fund. El electrolizador se enmarca dentro del Valle del Hidrógeno de Catalunya y del Corredor del Hidrógeno del Ebro y prevé la construcción de un colector de hidrógeno para transportarlo a los consumidores del Polo Petroquímico.

El desarrollo de hidrógeno verde es fundamental para Repsol porque es el primer productor y consumidor de hidrógeno de España, con una producción anual de 360.000 toneladas al año, lo que representa casi el 60% de la demanda nacional, pero por ahora se trata de hidrógeno gris (producido con gas y no con renovables).

También se mantiene en 'stand by' la ecoplanta de El Morell de valorización de residuos urbanos, con una inversión proyectada en unos 750 millones de euros. Esta ecoplanta, la primera que se construiría en la Península Ibérica, preveía procesar unas 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos no reciclables de los municipios cercanos para producir alrededor de 220.000 toneladas de metanol anualmente. Este metanol se utilizaría como materia prima para producir materiales circulares o biocombustibles avanzados.

La petrolera es una de las más afectadas por el impuesto a las energéticas puesto en marcha por el Gobierno de coalición durante la crisis energética que grava el 1,2% de las ventas nacionales de estas compañías durante los años 2022 y 2023. El gravamen, que se liquida a año vencido (en 2023 y 2024), tuvo un impacto en la compañía de 444 millones de euros este año y se espera que el que viene se sitúe en una horquilla de "entre 300 y 350 millones de euros". Tras el acuerdo programático de legislatura de PSOE y Sumar de consolidar este gravamen, Repsol ha amenazado con revisar sus inversiones futuras en el país.

No afecta la amenaza de la compañía a inversiones en marcha, como el electrolizador de 2,5 MW que puso a funcionar la petrolera el pasado 9 de octubre en la refinería vasca en Muskiz (Vizcaya), así como al que le seguirá, de 10 MW en 2025, y que incluirá una planta demostrativa de combustibles sintéticos al tratarse de inversiones que "están ya consolidadas" y "en procesos de materialización", según avanzó Emilio López Atxurra este lunes.