La cesta de la compra modera su subida de precios en mayo pero sigue en el 12%

El encarecimiento de la cesta de la compra se volvió a ralentizar en mayo, por tercer mes consecutivo, con un descenso de entorno a un punto, si bien se mantiene en el 12%, todavía en en nivel de los dos dígitos. Como consecuencia de esta evolución y el descenso de los carburantes y la electricidad, la tasa anual bajó al 3,2%, la cota más baja desde hace casi dos años, y el indicador armonizado, que es el que se utiliza para comparar con el resto de países comunitarios, se ha situado en el 2,9%, lo que sitúa a España entre los países con menos inflación de la UE, situada por debajo del 3%. Todo ello ha permitido una corrección a la baja de la inflación subyacente, la más estructural, que excluye los precios más volátiles como los de la energía y los alimentos no elaborados, hasta el 6,1%.

En la evolución de la cesta de la compra influyen la bajada de los precios de la leche (-0,4%) o la moderación en la escalada registrrada por los huevos (+0,3%). También disminuyen los precios del pescado y el marisco, cuyo efecto se acentúa porque aumentaron en mayo de 2022. La estabilidad del pan y cereales también influye negativamente porque crecieron el año pasado. Cabe señalar, aunque en sentido contrario, la bajada de los precios de las legumbres y hortalizas, menor que en mayo del año anterior.

Destaca, en cambio, el aumento experimentado por la fruta, con un alza del 5,7% en el mes y la carne, con el 0,7%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En esta ocasión el factor que más influye en el alza de productos frescos es la sequía, en vez de los efectos provocados por la guerra en Ucrania, como sucedió especialmente a lo largo del año pasado.

Otras variables que registran subidas son las prendas de vestir (alza mensual del 2,3%), la restauración (0,5%) y el calzado (2,5%). en el lado contrario sobresalen los retrocesos experimentado por ls legumbres y hortalizas, con un descenso del 1,9% y el pescado y el marisco, con el 0,9% de caída.

También registran retrocesos importantes los carburantes y lubricantes para vehículos personales (–4,7%) , los paquetes turísticos (-2,1%), la electricidad (-1%) y los combustibles líquidos (-6,1%). En concreto, sobresalen en las bajadas, las gasolinas, con el 8,4% anual y el gasóleo, con 15,5%, según los datos del INE. La electricidad cayó un 34,9%.

En todo caso, muchos productos básicos para las familias mantienen aún unos niveles elevados de encarecimiento: el azúcar (46,3%), la mantequilla (25,2%), las patatas (23,6%), el aceite de oliva (24,7%), la leche entera (24,3%).

En abril, el aumento de precio de los alimentos ya cedió y anotó el primer recorte significativo en 15 meses, a pesar de que aún se mantenía en el 12,9%, según los datos el índice de precios de consumo (IPC). Después de una escalada casi ininterrumpida desde enero de 2021, la inflación de los alimentos cedió en abril en 3,5 puntos y se situó en el 12,9% (frente a los picos del 16,6% y del 16,5% anotados en febrero y marzo). La supresión del IVA en alimentos esenciales como la leche, el queso o los huevos y la reducción del 10% al 5% en las pastas y los aceites, que se puso en marcha el 1 de enero y la caída del precio de la energía en los últimos meses empieza a reflejarse de forma clara en la inflación, aunque ahora el factor que incluye en la sequía, especialmente en los productos frescos.

La vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, afirmó la semana pasada que la rebaja del IVA, que estaba previsto que finalizara el próximo 30 de junio, se mantendrá mientras los precios de los alimentos sigan elevados.

La evolución del nivel general de precios provocó que el Banco Central europeo (BCE) iniciara en julio pasado un ciclo de subidas de los tipos de interés y que lo ha situado en ese espacio de tiempo del 0% al 3,75%. El jueves consejo de gobierno de este organismo puede aprobar otra alza de 0,25 puntos, como en mayo, después de que la Reserva Federal haya tomado su decisión sobre el precio del dinero la jornada anterior.

Lo cierto es que la escalada de los tipos de interés, además de repercutir en el euríbor a 12 meses, la principal referencia de las hipotecas de interés variable, ha empezado a afectar al crecimiento económico.