Paquete del Gobierno frente a la sequía: descuentos fiscales, subvenciones para los seguros y ayudas directas "insuficientes"

"Se quedan muy cortos y hay muchas cosas por concretar", lanza un agricultor frutero. "Esta sequía necesita un plan de choque más importante", valora otra profesional especializada en el mundo de los cereales. "Nos parece insuficiente teniendo en cuenta la magnitud de la sequía en el Estado español", zanja la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la primera asociación agraria del país. "Hay más de 5 millones de hectáreas de cereales que no han tenido ninguna producción, echamos de menos una línea de ayudas para estos productores", ha detallado el secretario general de esta asociación, Miguel Padilla, tras la aparición pública de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, anunciando un nuevo paquete de ayudas para el campo.

El Consejo de Ministros ha aprobado este jueves en una reunión extraordinaria la puesta en marcha de un paquete valorado en 2.190 millones de euros para hacer frente a la falta de agua en España, de los cuales solo unos 784,2 millones de euros son ayudas dirigidas al campo. De esta cifra, 636 millones de euros son ayudas directas: 355 millones de euros para los ganaderos, 276 millones para los agricultores y 5 millones para la apicultura.

En este punto, Padilla considera como "un pequeño balón de oxígeno" las ayudas a los ganaderos, de carne y de leche, tanto para vacuno, como para ovino y caprino, pero ha lamentado que no se haya incluido una aportación semejante para la agricultura de secano tan afectada en las últimas semanas.

"El anuncio es muy pomposo pero no es lo que necesitamos: 600 millones de euros para la agricultura de todo el Estado (con Andalucía, Castilla La Mancha y Catalunya tal como están) implica recibir muy poco por cabeza, y la situación es tan desesperante que con poco dinero no hacemos nada", plantea la presidenta en Catalunya de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Rosa Pruna. "Esto no se puede quedar en una ayuda mínima, porque el caso es extremo y nos jugamos la supervivencia del modelo agrario", añade uno de los portavoces de la asociación Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), Sergi Balué.

Impuestos y Seguridad Social

A las ayudas directas se añaden otras complementarias (por un total de 148 millones) dirigidas a medidas complementarias como subvencionar hasta el 70% del coste de las pólizas de seguros agrarios, la devolución del IBI a más de 200.000 explotaciones agrícolas, el aplazamiento del pago de cuotas sociales durante cinco meses a más de 730.000 trabajadores, una prórroga en la reducción de peonadas para acceder al subsidio de desempleo agrario, la exención del IRPF y del Impuesto de Sociedades por las ayudas de la PAC y la flexibilización de la nueva PAC, entre otros.

"Es interesante, pero son paliativos, porque sin ingresos nos morimos: lo que necesitamos es dinero en la cuenta y lo que esperábamos de hoy era concreción, y no la ha habido", explica Balué. "Estoy segura de que todos los agricultores prefieren pagar la cuota a la Seguridad Social cuando toca y tener asegurada la comida para los animales", coincide Pruna.

Urgencia y ambición

Pero, el gran grueso del dinero del plan de Gobierno (en torno a 1.400 millones) se dirige a medidas para construir nuevas infraestructuras, como plantas desalinizadoras, duplicar la reutilización de aguas urbanas, y reducir los cánones y tarifas de las explotaciones agrarias afectadas. En este sentido, Balué asegura que lo único a lo que ve realmente importancia es al anuncio de la ampliación de la desalinizadora de la Tordera en Blanes "porque la prevención para las próximas sequías es esencial y necesario". Pero también ahí el portavoz de JARC identifica una solución a largo plazo y no al problema más urgente.

“Necesitamos un paquete de medidas muy ambicioso para dos cuestiones vitales. Primero, para que no haya una pérdida de explotaciones y puedan seguir funcionando y para garantizar la alimentación a la sociedad", coincide el secretario general de COAG. De otra manera, sin duda alguna, ante la situación tan grave que tenemos, va a haber una pérdida de explotaciones impresionante”, concluye el mismo.