Leroy Merlin repartirá 54,3 millones entre sus 18.000 empleados este 2023

La participación en resultados o retribución variable es una forma típica de pago a los directivos de las compañías. Sin embargo, también existe ese pago extra como una forma de redondear los salarios en el marco de una estrategia válida para motivar a los empleados y reducir los riesgos de una carga salarial elevada en momentos de crisis. La cadena de bricolaje Leroy Merlin ha anunciado este martes que repartirá 54,3 millones de euros entre sus 18.000 empleados en 2023, lo que representa un importe aproximado de dos salarios por colaborador. Este reparto corresponde a las diferentes formas de participación de éstos en sus resultados durante el ejercicio de 2022.

La cantidad repartida entre la plantilla equivale al 30% del resultado neto de explotación (ebit) de la compañía, que ascendió hasta los 177,5 millones en 2022, año en el que obtuvo una cifra de negocio de 3.328 millones de euros, lo que equivale a un incremento del 14,4% respecto del año anterior.

La compañía ha subrayado que su política de recursos humanos apuesta por ofrecer un modelo de empleo estable y con predisposición a planes de carrera. De hecho, durante 2022 se realizó una inversión de 5,6 millones de euros en formación, alcanzando las 40 horas por empleado. Dada la naturaleza del negocio de Leroy Merlin, la formación de la plantilla es un pilar fundamental de cara al cliente. El director de recursos humanos de la compañía, Eloy del Moral, ha sido incluido en la lista de los 75 mejores directores de personal publicada por la revista 'Forbes' en 2022.

La teoría económica apunta habitualmente que un balance adecuado entre el salario variable y el fijo hace que los empleados tiendan a sentirse más valorados por su trabajo. Valores como el compromiso, la productividad y la responsabilidad tienden a incrementarse en las empresas que introducen fórmulas de retribución variable. sin embargo, el factor más complicado es que ese reparto se haga identificando las áreas clave de la compañía que influyen en los resultados del ejercicio. Fijar objetivos, parámetros de medición y un sistema de cálculo correcto resulta una barrera para los responsables de personal de cualquier empresa a la hora de aceptar cambios en los modelos retributivos.