Sanción de la Generalitat

Multa de 2,1 millones a la empresa química que explotó en Tarragona y causó tres muertos

El Departament d'Empresa sanciona a Iqoxe por cuatro infracciones muy graves en las normas de seguridad industrial

Planta iqoxe de Tarragona afectada por un incendio que ha causado la muerte de tres personas

Planta iqoxe de Tarragona afectada por un incendio que ha causado la muerte de tres personas

Gabriel Ubieto

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La Generalitat de Catalunya ha impuesto una sanción de 2,1 millones de euros a la empresa Iqoxe por cuatro infracciones en materia de seguridad industrial. El Departament d'Empresa i Treball ha acreditado que la explosión del reactor de la compañía química, acaecida el 14 de enero del 2020 en Tarragona y que se saldó con tres muertos y siete heridos, fue provocada por alterar la receta de un producto químico y además la empresa silenció las alarmas e incumplió los protocolos de seguridad, según ha hecho público este miércoles en un comunicado. La Generalitat ya había sancionado cuatro veces antes de la explosión a Iqoxe por diversos incumplimientos de la normativa.

La 'conselleria' dirigida por Roger Torrent ha cerrado su investigación sobre los hechos ocurridos el pasado 14 de enero del 2020, cuando una fuerte explosión poco después de las 18.30 horas acabó provocando la muerte de tres personas. Dos de ellos eran empleados de la corporación y el tercero fue un vecino que estaba en su casa, a dos kilómetros de la explosión, y que murió sepultado por el techo de su casa, hundido este por el impacto de una plancha metálica proveniente del accidente.

Los técnicos de la Generalitat han podido acreditar que la explosión fue originada por la fabricación de un producto químico (Mpeg 500), pero con la receta modificada. La administración catalana considera probado que el proceso se hizo "sin respetar las instrucciones del fabricante, sin evaluar los cambios y sin efectuar ninguna prueba ni ensayo previo para constatar si la reacción era segura". En su momento Iqoxe atribuyó la explosión a "una reacción química desconocida".

No obstante, la 'conselleria' de Empresa considera más negligente -a nivel de importe de sanción- cómo reaccionó Iqoxe al accidente que no el origen del mismo. Según la propuesta de multa de la administración catalana, una vez ocurrió el suceso, la dirección de la empresa optó por silenciar las sirenas del sistema de seguridad en la sala de control. Lo que explica que no saltaran las alarmas para el confinamiento de la población de los municipios aledaños, ante el riesgo de nubes tóxicas. Si bien finalmente dicha nube no se produjo y el incidente se limitó a una explosión de grandes dimensiones.

También censuran a la empresa por dejadez en sus funciones de prevención y vigilancia, ya que en el momento del suceso no había nadie en la sala de control para supervisar que los trabajos de fabricación del Mpeg 500 se desarrollaban conforme a la normativa. Y a ello se añade que había trabajadores no tenían formación específica para desempeñar todas sus funciones.

Historial conflictivo

Iqoxe acumula un historial conflictivo ya de antes de la explosión en La Canonja, así como en la reacción inmediata a la misma. La empresa fue sancionada por la Inspecció de Treball por infracciones menores, como imponer determinadas condiciones de trabajo a sus empleados e incumplir cuestiones relacionadas con la salud y la seguridad laboral. La Generalitat volvió a sancionar a la empresa poco después del accidente, ya que esta inició los trabajos de limpieza del lugar del suceso sin la autorización previa de la Generalitat.

Actualmente Iqoxe se encuentra inmersa en un conflicto laboral. El sindicato CCOO ha convocado huelga los días 12 y 14 de abril contra el despido del hasta entonces presidente del comité de empresa, Fran Pizarro. La central exige su readmisión inmediata para desconvocar los paros.