Investigación universitaria del IQS

Iqoxe atribuye la explosión de Tarragona a "una reacción química desconocida"

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Óscar Hernández

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La empresa petroquímica Iqoxe, en cuya planta de Tarragona se registró el pasado 14 de enero una gran explosión que causó tres muertes, atribuye la tragedia a una suma de circunstancias no previsibles, la más importante de ellas sería que la sustancia que estaban produciendo, el MPEG (metacrilato metoxi polietilenglicol), que se fabrica a base de óxido de etileno, nunca antes había explotado. Una investigación encargada al Institut Químic de Sarrià (IQS) determina que se trató de "una reacción química desconocida" y, por tanto, imprevisible.

Iqoxe pidió permiso al juez para divulgar este martes el informe pericial que ella misma encargó para esclarecer la causa de un  suceso que provocó la muerte de un vecino del barrio de Torreforta, contra cuya vivienda impactó un gran fragmento del reactor siniestrado, y la de dos operarios de la petroquímica. La causa judicial lleva más de seis meses bajo secreto.

Suma de causas

El estudio, presentado hoy a los medios, ha sido realizado en los últimos seis meses por un equipo del IQS dirigido por el catedrático de Ingeniería Química Julià Sempere, y el profesor de Ingeniera Quimica y jefe de Seguridad de este centro, Eduard Serra.

"El accidente se produjo por una concatenación de circunstancias no detectables que llevan a una reacción química súbita, inesperada e imprevisible por ser desconocida", afirman los autores de la investigación. Tanto Sempere como Serra creen que "dichas circunstancias se produjeron durante el proceso de producción de un lote de MPEG 500, superándose los 300 grados en el reactor en el momento el accidente", lo que desencadenó la explosión, tan violenta que aparecieron fragmentos del mismo hasta a dos kilómetros de distancia, como el que mató a un vecino de Tarragona.

Peligro desconocido

"El MPEG no era hasta ahora un producto químico peligroso y nosotros hemos podido demostrar en el laboratorio con ínfimas cantidades que a temperaturas de más de 300 grados puede descomponerse y explotar", ha explicado Serra.

Tanto él como Sempera sostienen que su estudio se va a publicar en revistas científicas para "alertar al sector de la industria química y a los fabricantes de este tipo de reactores para que adopten las medidas preventivas y de seguridad necesarias".

Pero para que se produjera ese cambio de estado en la sustancia MEPG, que se utiliza en cosmética y farmacia, se sumaron otras causas, según los técnicos del IQS, como "la diferencia de temperatura entre la parte alta y baja del reactor, que el producto final no cubría el eyector pequeño y la gran velocidad de la reacción imprevista".

El abogado de Iqoxe, Javier Fontcuberta, del bufete Cuatrecasas, ha explicado que de momento esta empresa ha dejado de producir MPEG en sus plantas. También ha añadido que la compañía ha adelantado el pago a la mayoría de los afectados por los daños cauados por fragmentos del tanque siniestrado y la onda expansiva.

Fontcuberta explicó que el juez que investiga el suceso, y que mantiene activo el secreto de sumario, ha tardado un mes en autorizar la difusión de este estudio del IQS, que reconoció es un estudio de parte y por tanto al margen del que haya podido encargar la autoridad judicial.  Los técnicos del IQS consideran esencial la diculgación del mismo para prevenir que un accidente similar pueda volver a producirse. Para Iqoxa, el informe les eximiría de la responsabilidad penal al tratarse, según ellos, de una explosión imprevisible y, por tanto, inevitable.