El coste de la vida

La inflación escaló al 5,9% en enero pese a la moderación de los alimentos por la rebaja del IVA

La supresión de la ayuda de 20 céntimos por litro de carburante desde el 1 de enero hizo subir el 9,5% el precio de los combustibles

DAMBin (10)

DAMBin (10) / Manu Mitru

Rosa María Sánchez

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La inflación escaló dos décimas en enero y se situó en el 5,9%, según el dato definitivo publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística que corrige a alza en una décima el adelantado por el propio INE el pasado 30 de enero. La rebaja del IVA con efectos desde el 1 de enero para una cesta amplia de productos contribuyó a frenar el encarecimiento de los alimentos -que apenas recortó su inflación tres décimas respecto al récord de diciembre, hasta el 15,4%-, sin embargo el encarecimiento en un 9,5% de los carburantes tras la desaparición de la ayuda de 20 céntimos por litro desde el primer día del año añadió presión a la inflación general.

La desaparición de la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante y una campaña de rebajas con menores descuentos fueron las principales causas del repunte de dos décimas que anotó la inflación en el mes de enero, hasta el 5,9%, a pesar del descenso en el precio de la electricidad. Aunque los precios de vestido y calzado bajaron el 11,5% respecto a diciembre (por las rebajas), este grupo anotó una subida del 3,6% respecto al mismo mes de 2022, pues los descuentos fueron menores. La electricidad, por su parte, bajó el 11% respecto a diciembre y un 22,5% respecto a anero de 2022.

En concreto, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó en enero dos décimas en tasa mensual, respecto a diciembre. En tasa anual, si el IPC se compara con enero de 2022, la inflación escaló dos décimas, hasta el citado 5,9%.Así, después de cinco descensos encadenados desde el máximo del 10,8% alcanzado en julio, la inflación volvió a anotar un ligero repunte en enero. También escaló la llamada inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos no elaborados, hasta el 7,5%.

El efecto de la rebaja del IVA

El encarecimiento de los alimentos frenó hasta el 15,4%, desde el récord del 15,7% anotado en diciembre. En conjunto, según los cálculos del Ministerio de Economía, los precios de alimentos afectados por la reducción del IVA cayeron en enero un 1,6 % respecto a diciembre. El departamento que dirige la vicepresidenta Nadia Calviño subraya que los datos reflejan una bajada mensual generalizada en los alimentos en los que se ha aplicado la rebaja del IVA del 4% al 0%, como son el pan (-0,2%), leche (-1,5%), huevos (-1,5%), frutas frescas (-4,2%), patatas (-1%), harina (-2,3%) y queso (-0,7%); así como la rebaja del IVA del 10% al 5% en el aceite de oliva (-1,2%) y la pasta (-3,5). La rebaja del IVA no se notó ni en los cereales, que volvieron a subir en enero el 1,2%, ni en el grupo de legumbres y hortalizas frescas, aunque la subida en este caso apenas fue del 0,1% en enero respecto a diciembre.

Las rebajas mensuales de los productos beneficiados por la rebaja del IVA no logran evitar, sin embargo, que la leche aún siga siendo el 33% más cara que hace un año, ni tasas anuales del 31,3% en el aceite; del 27% en los huevos; del 10,5% en las patatas, o del 11,5% en las legumbres y hortalizas, entre otros alimentos.

Para la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), el ligero descenso de tres décimas en la inflación del grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, hasta el 15,4%, "confirma que la rebaja del IVA ha sido una medida acertada que está empezando a surtir efecto". AECOC estima que sin esta medida, los alimentos habrían anotado una subida anual del 17%. No obstante, añade que según los datos de un informe de AECOC y PWC, si la rebaja del IVA se hubiese ampliado a otros productos esenciales en la cesta de la compra de los españoles, como la carne y el pescado, el IPC de alimentación se habría situado en el 13,7%, en una rebaja del IVA al 5%, o bien en el 11,7%, con el IVA al 0%.

Inflación subyacente

Desde el Ministerio de Economía se valora, en todo caso, que "el conjunto de medidas adoptadas el pasado mes de diciembre están surtiendo efecto en su primer mes de aplicación y seguirán contribuyendo a la inflación en los próximos meses". Para el Gobierno, que el Índice de Precios de Consumo (IPC) solo haya subido en enero en dos décimas en tasa mensual, respecto a diciembre, pese a la desaparición de la ayuda a los carburantes, es un primer alivio (según estimaciones de CEOE, la retirada de la ayuda a los carburantes ha añadido tres décimas a la inflación de enero). Ahora, el Ejecutivo espera que la inflación subyacente (que no ha dejado de subir en el último año y ha escalado hasta el 7,5%) empiece a reflejar en los próximos meses el descenso de la inflación general y de los costes energéticos y de otras materias primas.

En términos de comparación con Europa, el IPC armonizado (IPCA) de enero se situó también en el 5,9%, lo que implica un diferencia negativo de 2,6 puntos respecto a la media de la Unión Monetaria, del 8,5%. De cara a los próximos meses el consenso de los analistas apunta a una inflación media del 4% para el conjunto de 2023.

El menor nivel, en Catalunya y Madrid

Catalunya y Madrid despuntan como las comunidades con menor tasa de inflación (5,3%). En el caso de Catalunya, enero supuso el incremento de una décima; en el de Madrid, la inflación escaló cuatro décimas, de modo que ambas comunidades han quedado ahora igualadas. La tasa de inflación sigue anotando sus registros más altos en Castilla-La Mancha y Melilla (6,9%).

Cambios metodológicos

Además de reflejar las medias adoptadas por el Gobierno en su decreto de 27 de diciembre (rebaja del IVA de alimentos y desaparición de la ayuda a los carburantes), el dato de inflación del mes de enero también está mediatizado por algunas novedades metodológicas (como la que permite tener en cuenta el mercado libre de la electricidad y el gas a la hora de determinar una variación de precios que hasta ahora solo se fijaba en el mercado regulado), así como por la actualización de las ponderaciones de los bienes y servicios en la cesta de la compra. Así, para 2023 el cálculo del Índice de Precios de Consumo (IPC) concede un mayor peso relativo a los grupos de medicina, enseñanza, ocio y cultura, bebidas alcohólicas y tabaco, transporte y otros bienes y servicios. A cambio, pierden peso los grupos de alimentos y bebidas no alcohólicas, vestido y calzado, vivienda y comunicaciones.