Entidades empresariales escenifican un frente común contra el déficit fiscal

"Clamor empresarial contra el déficit fiscal". Ese es el lema de un manifiesto que se ha presentado este viernes en Barcelona a través de una alianza de la que forman parte la asociación de industrias exportadoras Amec, la patronal vallesana Cecot, integrada en Foment del Treball; el lobi empresarial FemCat; la comisión económico fiscal de Pimec y tres de las 13 cámaras de comercio catalanas, que son la de Barcelona, Sabadell y Girona, cuyo presidente de esta última, Jaume Fàbrega, lo es también del Consell General de Cambres, como adelantó EL PERIÓDICO. Se trata de la escenificación de un frente común para poner sobre la mesa de nuevo el debate sobre la financiación.

El manifiesto concluye que "Catalunya ha de tener la capacidad de recaudar y decidir sobre el destino de los recursos que genera con el objetivo de potenciar la competitividad de su economía y situar el bienestar y el progreso de sus ciudadanos al nivel de su esfuerzo, sin eludir la colaboración razonable en el equilibrio y solidaridad territorial".

Joan B. Casas, exdecano del Col.legi d'Economistes de Catalunya y representante del colectivo Economistes del Benestar, ha vuelto a poner sobre la mesa el déficit fiscal que, a su juicio, padece Catalunya y que sitúa en torno al 8% del producto interior bruto (PIB). Se trata de unos resultados muy similares al de las balanzas fiscales, cuyo último análisis presentó el año pasado la Conselleria de Economia. Ha explicado que el objetivo de este colectivo, en cuyos análisis se basa el manifiesto empresarial, es poner de nuevo sobre la mesa el debate sobre la necesidad de que Catalunya gestione sus propios recursos.

Aunque no lo ha reivindicado ha puesto como ejemplo el cupo vasco, como ejemplo de los desequilibrios del sistema, que provoca que "un señor de Barakaldo tenga un 84% más de recursos que uno de Cornellà". Y extrapolando, con los mismos criterios, Catalunya dispondría de entre 18.000 y 20.000 millones más. Su conclusión es que "sin una gestión directa, de proximidad y sensibilidad por los problemas del país, difícilmente podremos tener una economía lo suficientemente competitiva". A su juicio, la situación actual "afecta a la competitividad del país y al bienestar de los ciudadanos".

"Expolio fiscal"

Más incisiva, la presidenta de la Cambra de Barcelona, Mònica Roca, ha destacado que el manifiesto supone un "clamor empresarial" contra el déficit fiscal y ha denunciado el que, a su juicio, supone un "expolio fiscal", que padece Catalunya.

Casas ha recordado que "la economía catalana ha tenido uno de los impactos migratorios más importantes de Europa" en los últimos 30 años (un crecimiento de población del 26% frente al 4% de Europa) y unas crisis económicas "que han tensado más el sistema y llevado a límites que exigen una acción contundente". Todo ello ha enquistado un déficit fiscal que no es coyuntural sino "estructural". Según ha explicado, las deficiencias se ejemplifican a través de un modelo de financiación, caducado desde 20214 y que sitúa a Catalunya por debajo de comunidades que en vez de aportar reciben recursos del resto, lo que supone quebrar el principio de ordinalidad; y en las inversiones del Estado, situadas constantemente por debajo del peso económico de la comunidad.

Los datos recopilados por el grupo de economistas en los que se basa el manifiesto destacan que el déficit fiscal que, a su juicio, padece Catalunya, "en términos comparativos es de los más altos del mundo". Esto provoca que el crecimiento y el consumo per cápita sea inferior a la media española, con una media del 1,7% en el periodo 2000-2019 frente al 8,6% del esto de España. El crecimiento del PIB per cápita, por su parte, es del 14,2% en el mismo periodo frente al 17,8% del resto.