Previsiones macroeconómicas

La Cambra anticipa que la escalada de precios de los alimentos no aflojará hasta mediados de año

La entidad empresarial mejora ligeramente sus perspectivas para el 2023, prevé un menor enfriamiento del PIB y una tasa de paro que seguirá bajando hasta el 9,1%

El Gobierno rebaja el IVA de los alimentos de primera necesidad.

El Gobierno rebaja el IVA de los alimentos de primera necesidad. / Agencias

Gabriel Ubieto

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La actual escalada de precios en la que llevan instalados los alimentos desde hace casi un año y que presiona el bolsillo de la ciudadanía no aflojará hasta, como pronto, mediados de año. Y siempre que el actual descenso de los costes en origen continúe y no estallen nuevas distorsiones a nivel nacional e internacional, según ha advertido la Cambra de Comerç de Barcelona este martes en su análisis de coyuntura. En diciembre, según los últimos datos disponibles del INE, llenar la cesta de la compra era un 13,4% más caro en Catalunya que hace un año.

“En 2022 la economía fue de menos a más y en 2023 sucederá lo contrario, irá de menos a más”, ha sintetizado la presidenta de la Cambra, Mònica Roca. El PIB cerrará el ejercicio con un incremento del 1,8%, dos décimas por encima de lo que anticipaba la entidad empresarial hace unos meses. Y el paro se nutrirá de ese crecimiento económico para seguir bajando, pasando del actual 9,4% al 9,1%. La inflación también se moderará, pasando del 8,4% del 2022 al 4,3% en 2023. Todas estas predicciones quedan subordinadas al hecho de que la inflación no reprenda una senda ascendente en los próximos meses.  

Y es que si en 2022 los carburantes y la energía fueron los motores que alimentaron el encarecimiento de la vida, en 2023 los indicadores apuntan a que serán los alimentos el principal motor de la inflación. Actualmente, si bien los productos no elaborados ya han empezado a moderar su tendencia ascendente, los elaborados siguen creciendo y todavía tardarán unos meses en empezar a contenerse y contener -que no bajar- el aumento de precios general de la cesta de la compra de los hogares.

Que sobre mediados de año el precio de los alimentos comience a moderarse es un escenario "razonable", siempre que no haya un repunte generalizado de precios. Una alarma que muestran en este sentido los indicadores de la Cambra es que durante el primer trimestre del año ha vuelto a repuntar el número de empresas que reconocen que trasladarán su aumento de costes a precios. El porcentaje de compañías que piensan hacerlo pasa del 21,5% registrado a finales del 2022 al 29,3% de ahora. Lo que anticipa unos meses más, como mínimo, de inflación subyacente elevada. 

Recesión descartada

La fase de enfriamiento en la que ha entrado la economía catalana -y en general la de los estados occidentales- a finales del 2022 se extenderá durante el 2023, si bien el frenazo será menor de lo pronosticado hace meses. Queda descartada la recesión, salvo giro muy inesperado del guion. Esta es la fotografía que dejan las proyecciones de la Cambra para este año, según el informe publicado este martes. 

El contexto internacional no es tan negativo como se llegó a temer por parte de los sectores empresariales hace unos meses, cuando la perspectiva de problemas de suministros en Alemania amenazaban con torpedear la progresión del resto de economías de la Europa occidental. evoluciona mejor de lo esperado y podría esquivar la recesión. "Hay un enfriamiento? Sí. Es extraordinario? No. En absoluto hay una previsión de recesión", ha concretado el jefe de gabinete de estudios económicos, Joan Ramon Rovira.

El ahorro de los hogares, en mínimos

Precios al alza, especialmente en materias esenciales como la cesta de la compra, y salarios que no les siguen el ritmo han provocado que los trabajadores catalanes cerraran el 2022 con la mayor perdida de poder adquisitivo desde 1985. Que las subidas salariales alimentaran una más intensa espiral inflacionista no se ha producido ni se espera, según las previsiones de la Cambra, que anticipa que los sueldos subirán con algo más de intensidad este año. El pasado el incremento medio pactado por convenio fue del 2,8%.

Esa intensa pérdida de poder adquisitivo registrada el año pasado está provocando que el ahorro acumulado durante el confinamiento pandémico por aquellas familias que retuvieron sus empleos y fuentes de ingresos esté agotado. “Ya no será un sostén del crecimiento económico”, ha advertido Rovira. Según los cálculos de la Cambra, en base a datos de Funcas, la tasa de ahorro bajará al 5,8%, frente al pico del 9,2% registrado durante la pandemia. Una de las tasas más bajas de las últimas décadas.