Guinda apela al voto industrial para disputarle la presidencia de la CEOE a Garamendi

La candidata a las elecciones a la CEOE Virginia Guinda pretende buscar el apoyo del sector industrial y aquellos territorios donde este tiene mayor arraigo para disputarle la presidencia de la gran patronal española a Garamendi. Madrid y Valencia son las principales plazas en las que pretende recabar apoyos, coincidiendo con que las organizaciones empresariales de aquellos lares han manifestado anteriormente malestar con decisiones de calado de la actual dirección. La patronal agraria Asaja y la del auto, Anfac, también están en las primeras posiciones de la lista de feudos donde Guinda pretende recabar apoyos.

Guinda, tras recabar un día antes el apoyo unánime de Foment del Treball -organización que vicepreside-, da así el pistoletazo de salida a su campaña electoral. La empresaria ha descartado llegar a un acuerdo con su rival y actual presidente Antonio Garamendi antes de los comicios e integrarse en una candidatura de consenso. Guinda rechaza así reeditar la fórmula que llevó al propio Garamendi -hoy favorito para revalidar la presidencia de la patronal- al máximo cargo dentro de la CEOE, cuando pactó con el entonces presidente Juan Rosell y se sumó a su candidatura a cambio del apoyo de este para ser presidente en la próxima legislatura. "Somos incompatibles", ha declarado Guinda en rueda de prensa este martes, en la que ha exhibido los avales de Foment del Treball, Acogen, Faconauto, Fecic y el Colegio de Gestores Administrativos para postular a los comicios.

La actual vicepresidenta de Foment considera que su rival vasco ha ostentado durante estos cuatro años una presidencia "muy jerarquizada y personalista", mientras que ella ofrece "un modelo más plural, integrador y transparente". Con especial acento y mayor participación de las pymes, frente al exceso de peso que desde algunos sectores han denunciado que da Garamendi a las empresas del Ibex 35. "Se sienten alejadas de las acciones que lleva a cabo la CEOE", ha denunciado Guinda.

La candidata confía en reciclar el descontento sobre el que Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, trató de erigir su candidatura alternativa, si bien finalmente se retiró hace una semana. Fue entonces, según ha explicado Guinda en rueda de prensa, cuando se decidió a dar un paso hacia adelante. "Cuando eso se torció tenía que hacer algo, sino no tendría derecho a quejarme", ha afirmado.

La carrera a la presidencia parte, por el momento, de posiciones desiguales y es que Garamendi tiene ya atado el apoyo de la gran mayoría de organizaciones territoriales. "Sí que hay una diferencia de fuerzas", ha reconocido Guinda, que, no obstante, pretende revertir dicha situación y captar votos a cambio de dar más poder e influencia a los asociados. De momento el actual presidente tiene el apoyo público de las pymes de Cepyme, los autónomos de ATA, las patronales madrileña, vasca, gallega, andaluzas, aragonesa y castellano leonesas, los pesqueros de Cepesca, las empresas de limpieza de Aspel o los distribuidores de Asedas, entre otros.

Mochila austríaca y SMI especial para jóvenes

Pocos detalles ha desvelado Guinda en su presentación en tierras catalanas, una vez que ante los empresarios madrileños que quisieron ir a escucharla ya se presentó la semana pasada. No ha revelado quien formará su 'pinyol' de confianza si ganara las elecciones, así como tampoco quien sería su secretario general. Como principales medidas en lo laboral ha reivindicado volver a un salario mínimo diferenciado entre jóvenes y adultos, como rigió durante el siglo pasado y como impera en países como Holanda. Si bien ha descartado un SMI diferenciado por territorios. Y ve con buenos ojos reformar el sistema de indemnizaciones para integrar la mochila austríaca, una medida con la que el PSOE y C's han coqueteado en el pasado. "Es una idea interesante", ha defendido Guinda.

La empresaria catalana también ha abogado por rebajas en fiscalidad y cotizaciones sociales para favorecer "la buena marcha de las empresas", a la vez que ha defendido que parte de esos ingresos extra debieran ir a incrementar salarios. "Los salarios deben mejorar, están lejos de la media europea, pero también es cierto que la productividad también está lejos de la media europea", ha declarado.