Elecciones

Foment da su aval unánime a Virgínia Guinda para la CEOE

La patronal catalana otorga su apoyo a una de sus vicepresidentas para competir con Garamendi

Virginia Guinda, CEO de Iberboard, presenta su candidatura a la CEOE.

Virginia Guinda, CEO de Iberboard, presenta su candidatura a la CEOE. / David Castro

Agustí Sala

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Aval total y absoluto. La junta directiva de Foment del Treball dado su apoyo en la junta directiva celebrada este lunes a una de sus vicepresidentas, Virgínia Guinda, para que compita con Antonio Garamendi por la presidencia de la CEOE.

El órgano directivo de la patronal catalana ha dado su asentimiento con ovación incluida a Guinda, según fuentes conocedoras de la reunión.

Este martes, último día en el que se pueden presentar candidaturas de cara a la asamblea del 23 de este mes, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, dará una rueda de prensa con Guinda en la que le otorgará su apoyo público. El actual presidente ya ha presentado los avales para presentarse, mientras que la candidata catalana aún no lo ha hecho, según fuentes de la CEOE. Son necesarios un mínimo de 20 avales de 4 organizaciones que integren la gran patronal. Algunas de las organizaciones que podría apoyar a la candidata es la patronal de cogeneración Acogen o Aspapel, entre otras.

Sánchez Llibre, que es vicepresidente de la CEOE, fue reelegido al frente de Foment el verano pasado por cuatro años, y encarna una de las facciones más contrarias a Garamendi en la actualidad.

Guinda se presentó el viernes pasado en Madrid, donde abogó por cambiar la reforma laboral. La empresaria, que es la consejera delegada de Iberboard, una fábrica de papel reciclado situada en Alcover (Tarragona) y líder en cartón gráfico, de la que es socia desde 2018, defiende una patronal más participativa y con una mayor labor de lobi que la que encabeza en la actualidad Garamendi.

Reforma laboral

Fue precisamente la reforma laboral, que contó con el aval de Garamendi y su equipo más próximo de colaboradores, uno de los motivos que provocó mayor polémica en el seno de la CEOE y que agudizó las diferencias. No fue apoyada por entidades de peso como Foment y la patronal madrileña CEIM, organizaciones que mantienen una gran sintonía y que en tanto que socios fundadores ostentan cada uno una vicepresidencia.

Tampoco lo fue por la patronal de los fabricantes de vehículos, Anfac, y la agraria, Asaja. Tampoco gustó en parte de la organización el apoyo a las primeras subidas del salario mínimo interprofesional del Gobierno de coalición que dio la actual presidencia. Ni la polémica que hubo con con los indultos del Ejecutivo a los entonces presos independentistas, sobre los que los sectores más duros de la patronal consideraron que Garamendi había sido poco incisivo contra estos.