Los efectos del 'procés'

¿Regresarán las sedes de empresas que se marcharon por el 1-O?

Las grandes compañías que cambiaron de cuartel general siguen sin tener sobre la mesa la posibilidad de volver al no haber cambios que justifiquen ese movimiento

Sánchez Llibre, reelegido líder de Foment, intentará que vuelvan las empresas

Sánchez Llibre, reelegido líder de Foment, intentará que vuelvan las empresas / EFE / Marta Pérez

Agustí Sala

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El pasado lunes 18, en el discurso en el que Foment del Treball le ratificó por cuatro años más como presidente, Josep Sánchez Llibre volvió a situar como deber prioritario "el retorno de las empresas". Es lo mismo a lo que se comprometió hace casi cuatro años, al coger la batuta por primera vez al frente de esta organización empresarial catalana.

Y es que, desde la etapa del referéndum de 2017, declarado inconstitucional, nada ha cambiado en esta materia. En 2017, 2.536 empresas protagonizaron una fuga masiva de sedes, solo compensada con la llegada de 548 ¿Saldo? -1.988, según los datos de los registros mercantiles. Fue una mudanza masiva facilitada por un decreto exprés del Gobierno del PP que puso todas las facilidades a esta operación salida, al posibilitar el cambio sin pasar por la junta de accionistas aunque lo establecieran los estatutos sociales de la empresa.

"Seguiremos trabajando en esta dirección. Sabemos que no es fácil, pero tampoco es imposible. Por este motivo, daremos también apoyo a la mesa de diálogo recientemente impulsada por los gobiernos del Estado y de la Generalitat para lograr la necesaria estabilidad política y económica para afrontar con éxito la situación actual de crisis. Hay que dar respuesta y seguridad a las empresas”, afirmó Sánchez Llibre.

Lo que destacan algunas compañías de las que cambiaron de sede es que en el mismo acto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se sumó a ese llamamiento. "Trabajaremos juntos y uno de los objetivos es que las empresas catalanas vuelvan a casa", dijo. Ese guiño procedente de uno de los grandes lobis de Madrid ha sido valorado por algunas compañías que en su día decidieron cambiar de sede social, si bien, por ahora, ninguna de las grandes dice tener sobre la mesa la opción del retorno.

Desde el Cercle d'Economia, su nuevo presidente, Jaume Guardiola, afirma que la entidad "pondrá toda la carne en el asador" para rehacer puentes y que regresen las sedes de las compañías. Como institución no realizará acciones concretas, pero sí defenderá la necesidad de que regresen. Y para eso debe consolidarse una seguridad jurídica que la propia Foment considera más afianzada que hace cinco años. De hecho Sánchez Llibre no ha vuelto a pedir como hizo en la Reunió del Cercle de 2019 que el Govern se comprometiera por escrito a no emprender nuevas aventuras rupturistas unilaterales.

El 'conseller' de Economia, Jaume Giró, que en aquella etapa era director general de la Fundació La Caixa, ha recordado en alguna ocasión que el mismo decreto que los consejos de administración de las empresas emplearon para mudar su sede social sigue en vigor y que lo podrían "aprovechar y volver sin pasar por las juntas de accionistas". En todo caso, las empresas "se marcharon libremente, sin razones objetivas y no está previsto que la Generalitat dé incentivos para la vuelta, como tampoco los hubo para que se marcharan". Desde el Govern se han interpretado siempre que tras el movimiento de algunas compañías, muchas de ellas vinculadas a La Caixa, había motivaciones políticas.

Los sindicatos, por su parte, creen que se dan circunstancias para el regreso, informa Gabriel Ubieto. El secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, considera que "el riesgo" teórico por el que se fueron "ya no existe". Por su parte, Javier Pacheco, líder de CCOO en Catalunya, considera que "es momento para tejer un espacio de consenso entre el Gobierno, los partidos, los sindicatos, las patronales, la cámaras, "para mostrar que el país es atractivo para el retorno de las empresas y nuevas inversiones". Es una cuestión, agrega, que debería incluirse en la mesa del diálogo entre los Ejecutivos autonómico y central y corregir esa "anomalia económica que hoy no tiene ningún sentido".

Pronunciamiento del Gobierno central

Y es que, en una línea similar, el representante de una de estas grandes empresas afirma que el retorno de diálogo entre el Govern, o al menos la parte representada por ERC, y el Gobierno central debería ir acompañado de algún llamamiento por parte del Ejecutivo central. "Se echa de menos un pronunciamiento por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en este sentido que facilitaría que alguna de estas sociedades al menos se planteara meditar la opción del regreso", aseguran.

Lo cierto es que en la situación actual la respuesta más habitual en las compañías consultadas es: "No es un tema que esté sobre la mesa". Tampoco en los bancos, como el Sabadell, que optó por Alicante; o CaixaBank, que apostó por València, se lo plantean hoy por hoy.  Además, el principal accionista de CaixaBank, la fundación La Caixa, que tiene como segundo accionista al Estado, tiene su sede en Palma de Mallorca desde hace cinco años y tampoco ha hecho, por ahora, ningún movimiento en el sentido de plantear el regreso a Barcelona como sede social, si bien la operativa sigue en la capital catalana, como sucede con la mayoría de 'fugadas'.

En todo caso, no se ha dado ningún elemento claro que impulse o precipite un cambio de actitud con respecto a hace cinco años. "No existe ningún indicio que invite a plantearse la cuestión. No ha habido ningún elemento claro que cambie con respecto a lo que en su día provocó el traslado de la sede social", explica el portavoz de una de las grandes compañías que se mudaron.

Pymes en busca de competitividad

Algunas de las empresas consultadas admiten que se produjo en 2017 un cierto "efecto ola" del que resultó muy difícil sustraerse. En algunos casos pudo haber motivos políticos, admiten, pero en el de las pymes fue "un tema de competitividad" (menos impuestos, etc) destaca el presidente de Pimec, Antoni Cañete. Y pone un ejemplo que demuestra que otros territorios crecen más: en los últimos 10 años, el número de empresas en Lleida ha crecido el 3%, mientras que en Aragón lo ha hecho el 10%. A juicio de Cañete "las puertas tienen que estar completamente abiertas, pero lo que no puede haber es ventajas", A su juicio, si en su día decidieron trasladar su sede social si vuelven ha de ser sin ventajas porque supondría una discriminación con respecto a los que se quedaron.

Y hay ejemplos de empresas que optaron por mantener su sede social. En la configuración actual del Ibex hay solo dos compañías que lo hicieron Fluidra, que por aquel entonces no formaba parte del índice de referencia de la bolsa española; y Grífols. Fuera de la bolsa, decidieron mantener su sede firmas como Freixenet o Puig, nada relacionadas con el 'procés'.

Desde el entorno de Foment consideran que se requeriría garantizar la seguridad de que el país se estabiliza del todo y de que recupera el empuje perdido. Se necesitan alicientes porque, a corto plazo, no han cambiado los hábitos mucho, ya que las sedes operativas siguen en Catalunya, como las fábricas, y han optado por lugares en los que, aunque no tenían la sede social, viajaban mucho, como por ejemplo Madrid. En realidad lo que sucede es que a corto plazo no hay unos efectos muy notable, pero a a medio y largo se acelera un proceso de concentración hacia Madrid, que en muchos casos, ya se había iniciado antes, advierten.

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