El arte pinta un mejor futuro para los ahorros

La facturación de las subastas creció un 60% en 2021 respecto al año anterior

Ilustración en forma de gráfico con 'La noche estrellada', de Vincent van Gogh

Ilustración en forma de gráfico con 'La noche estrellada', de Vincent van Gogh

Lorena Martín

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Apreciar el buen arte e invertir en él es sinónimo de ganar dinero a largo plazo. Algo que muchos ven con recelo porque entienden que es asequible solo para la élite. Sin embargo, los expertos insisten en que es factible para todo tipo de bolsillos. "La inversión en arte es una de las más interesantes en momentos de incertidumbre económica y, en estos tiempos, se comporta de manera similar al oro como valor refugio para instituciones y particulares", explica Luis Gasset, gerente general de Ansorena. Pero, ¿cómo obtener buenas rentabilidades con el arte?

Al alcance de todos los bolsillos, el mercado permite adquirir obras de artistas emergentes desde los cientos de euros. De hecho, en 2021, el precio medio de las obras que se intercambiaron fue de menos de 1.000 euros, según datos de Artprice. Por otro lado, el techo lo marca el ‘Salvator Mundi’, el cuadro más caro de la historia, por el que se pagó 387 millones en 2017. En 2021, Picasso, Basquiat, Warhol, Richter y Zhang Daqian fueron los artistas más exitosos en subastas de alrededor del mundo.

El mercado ha crecido en facturación, en las subastas de 2021, un 60% comparado con el año anterior. Esto se debe, en parte, a la irrupción de las ventas ‘on line’ y las plataformas digitales, que han conseguido hacerlo "más accesible y democratizado", como afirma Carlos Duran, director de la Galería Senda.

La rentabilidad del arte en cuanto a la inversión está entre un 8% y un 10%, por encima de activos tradicionales como los bonos o los depósitos. "A medida que se incrementa el riesgo aumenta la probabilidad de obtener una mejor revalorización en caso de que sea la opción correcta", añade el experto de Galería Senda. Sin embargo, "en España no hay tradición inversora. Es uno de los países con más inversión de depósitos, fondos monetarios y en activos sin riesgo, y la inversión en arte es complicada", indica Victoria Torre, responsable de comunicación corporativa y oferta digital en Singular Bank.

Puede ser más interesante para la obtención de un beneficio a largo plazo incluso que la Bolsa, señalan los expertos. En crisis como la del 2008, "mientras que uno de los principales índices en el parquet, el S&P500, registró unas caídas de doble dígito, la bajada del mercado del arte se mantuvo en un 4,5%", asevera Gasset.

Lo que lleva a los inversores a dar el paso es ver reflejados sus propios intereses, tener la obra en el hogar u obtener un beneficio económico. Pero esto debe ir acompañado por un "buen criterio y la valoración de los fundamentales", indica Carlos Suárez, CEO de Saisho. Es importante formarse con la visita a museos y exposiciones para aprender a analizar el trabajo del artista. "Se debe apreciar el concepto que plantea, la coherencia, las referencias y la investigación del autor durante el proceso, así como la innovación", concreta Suárez. Las exposiciones donde se encuentran sus obras, el nivel de demanda o los premios serán también valuables. Se recomienda, en cualquier caso, tener en cuenta la opinión de los expertos en cada materia -ya sea pintura antigua, arte contemporáneo o artes decorativas-, sobre todo en los inicios.

La estrategia suele ser invertir en autores más noveles con un gran potencial artístico cuyas obras se espera que se revaloricen en gran medida, o bien apuntar hacia los autores consagrados, con más seguridad de su crecimiento. Da Vinci o Velázquez son asequibles para muy pocos pero aseguran que su valor vaya al alza con el paso del tiempo.

"El coleccionismo es dar un paso más allá. Un compromiso acompañado de querer apoyar al artista", cuenta Jaime Sordo, presidente de 9915-Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo. En esos casos, no es la inversión para obtener una ganancia lo que mueve al comprador, sino la pasión y el deseo personal.

Pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, grabados. Se pueden adquirir en las galerías, ferias, en subastas o de primera mano al artista. Incluso se puede acceder a ellas a través de fondos de inversión, aunque acostumbran a incluir importes mínimos de entrada.

Arte en digital

Mientras tanto, las plataformas ‘on line’ cada vez ganan más trozo en el pastel de la oferta del arte. Los ‘tokens’ no fungibles (NFT), con tecnología ‘blockchain’, son activos criptográficos que tienen la capacidad de ser únicos e irrepetibles. En 2021, el arte a través de NFT representaba el 16% del total del mercado artístico, como reflejan los datos de Nonfungible.com. "El ‘blockchain’ aporta un certificado trazable de autenticidad y propiedad", añade Suárez. También permiten a los compradores acceder a una fracción del valor de las obras físicas, lo que ofrece apostar por arte inaccesible en una subasta tradicional.

Todo apunta a que el arte se abrirá paso en mayor medida a futuro en el mundo digital gracias a los bajos precios de estos NFT -normalmente por debajo de los 350 euros- junto al ‘streaming’ y los catálogos ‘on line’, atractivos para las nuevas generaciones.

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