Previsiones

El Banco de España recorta al 4,5% el crecimiento de este año y eleva al 7,5% la inflación

El organismo no descarta un episodio de recesión técnica en 2022, aunque no es su escenario central

Una inflación media del 7,5% supondría un mayor gasto en pensiones de 13.500 millones en 2022

Banco de España

Banco de España / David Castro

Rosa María Sánchez

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La guerra de Ucrania meterá una buena dentellada a la economía española. Según el Banco de España, restará casi punto al crecimiento económico este año (hasta situarlo en el 4,5%), duplicará la inflación media (hasta el 7,5%) y mermará a la mitad la creación de empleo, en términos de horas trabajas (hasta el 1,9%); todo ello, sin que, por otra parte, ello impida una reducción adicional de la tasa de paro (hasta el 13,5% de la población activa). 

"La guerra impacta sobre la actividad económica -a la baja- y sobre la dinámica de precios -al alza- a través de diversos canales", sostiene el Banco de España en su informe trimestral sobre la economía española, publicado este martes, en el que actualiza sus previsiones macroeconómicas respecto de las publicadas en diciembre pasado

En comparación con las de diciembre, las nuevas proyecciones actuales comportan una notable revisión a la baja del crecimiento del PIB en 2022 y 2023, de 0,9 y 1 puntos porcentuales, respectivamente. A cambio, se proyecta una mayor tasa para 2024, del 2,5%, frente al 1,8% previsto en diciembre. "En este escenario, la recuperación del nivel prepandemia de la actividad tendría lugar en el tercer trimestre de 2023", se afirma.

La inflación trasladará su impacto a las cuentas públicas sobre todo por la vía del mayor gasto en pensiones, cuya evolución está indexada, por ley, en función de la inflación media. De ahí que el Banco de España haya elevado al 5,2% y al 4,7% del PIB las tasas de déficit para 2023 y 2024 (1,2 y 1,4 puntos adicionales respectivamente). El organismo parte del cálculo inicial de que cada punto de subida de las pensiones implica 1.800 millones de gasto público. Para una tasa de inflación media en el entorno del 7,5% en 2022, la revalorización podría supone un impacto presupuestario de 13.500 millones de euros.

Factores que suman y que restan

El canal más relevante, de impacto de la guerra sobre la economía española, tiene que ver con los mercados de materias primas y el fuerte peso de Rusia y Ucrania en la producción mundial de petróleo y gas y de productos agrícolas. El frenazo en los intercambios comerciales mundiales, la ralentización del crecimiento mundial y el deterioro de la confianza son otros canales de transmisión de los efectos de la guerra sobre la economía española que, según el análisis del Banco de España, solo se verán en parte contrarrestados por cuatro palancas positivas: la inercia de un crecimiento en 2021 mayor de lo esperado, el Plan Nacional de respuesta adoptado por el Gobierno el 29 de marzo, la ejecución de los fondos europeos y una mejora gradual de la situación epidemiológica derivada del covid. 

"En concreto, los mayores niveles de precios de las materias primas (junto con la mayor transmisión observada del encarecimiento pasado de la energía y de otros consumos intermedios a los precios de otros bienes), el menor dinamismo de la actividad global (que, en parte, obedece a los cuellos de botella en la producción) y el aumento de la incertidumbre restarían, respectivamente, 0,7, 0,5 y 0,6 puntos porcentuales, a la tasa de crecimiento del PIB en 2022 en comparación con las proyecciones del pasado mes de diciembre", señala el informe. 

En el otro lado de la balanza, el Banco de España estima que el Plan Nacional de medidas adoptado por el Gobierno servirá para restar entre cinco y ocho décimas a la tasa de inflación (hasta una media del 7,5%) y añadirá dos décimas al crecimiento (hasta el 4,5%).

"No se puede descartar la recesión técnica"

De entrada, para el primer trimestre del año se prevé un crecimiento del 0,9%. El Banco de España estima que el mayor efecto de la guerra sobre el crecimiento económico se concentrará en el segundo trimestre del año, para el que se prevé una tasa de apenas el 0,1%. Con todo, según el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, la incertidumbre es máxima y "no se puede descartar el escenario de una recesión técnica" (dos trimestres consecutivos con variación negativa) en caso de que se agraven algunos de los supuestos centrales y se prolongue la subida de precios de la energía o se corte el suministro total de energía proveniente de Rusia, por ejemplo.

La nueva previsión de crecimiento del Banco de España para este año (4,5%) supone una fuerte corrección respecto de la proyección oficial del Gobierno (7%), a a espera de que el Ejecutivo actualice su cuadro macroeconómico con ocasión de la presentación del Plan de Estabilidad 2022-2025 a finales de abril. Por otra parte, en comparación con las previsiones presentadas por Funcas la semana pasada, las del Banco de España son algo más optimistas en materia de crecimiento (4,5% frente al 4,2% de Funcas), pero mucho más pesimistas en materia de inflación media para este año (7,5% frente al 5,8% de Funcas).