La guerra de Ucrania dispara el IPC de marzo hasta el 9,8%, el más alto desde 1985

La inflación ha escalado en marzo hasta el 9,8% respecto al mismo mes del año anterior, 2,2 puntos por encima de la tasa registrada en febrero (7,6 %) y la más alta desde 1985, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La estadística adelantada este miércoles, que deja el índice de precios de consumo (IPC) al borde de los dos dígitos, incorpora los primeros datos de inflación después del estallido de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, con el consiguiente encarecimiento mayor de energía, alimentos y determinados suministros, que ya habían iniciado una escalada de precios desde hace meses.

En el indicador avanzado por el INE -cuyo dato definitivo se publicará el 13 de abril- el organismo adelanta que el significativo aumento de 2,2 puntos en la tasa anual de inflación se debe a "las subidas generalizadas en la mayoría de sus componentes, sobre todo de la electricidad, los carburantes y combustibles, y los alimentos y bebidas no alcohólicas".

¿Cómo nos afecta la inflación más alta en casi 40 años?

En relación al mes de febrero, la tasa mensual del IPC supone un incremento del 3%. Nunca en un solo mes había subido tanto los precios, desde agosto de 1977, hace 45 años, cuando la gran crisis mundial del petróleo. En esta ocasión, el precio promedio mensual de la electricidad en el mercado mayorista ha pasado de 200,2 euros el megavatio hora a 284,77 euros y, según el servicio de estudios de Caixabank, "el mercado de futuros no espera que el precio de la electricidad baje de los 200 euros a lo largo de 2022". Por su parte, el barril de Brent ha alcanzado un promedio mensual de 102 euros (frente a 83 euros en febrero) y Caixabank prevé que "se mantendrá en niveles elevados este año".

La inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, registró un repunte de cuatro décimas en marzo, hasta colocarse en el 3,4 %, la más alta desde septiembre de 2008. Este indicador alerta de que la subida de precios de los productos mas volátiles empieza a enquistarse en una parte cada vez mayor de la cesta de la compra.

El Gobierno confía en el efecto de sus medidas

Las tensiones inflacionistas ya eran elevadas antes del conflicto bélico en el conjunto de las economías desarrolladas. Este mismo miércoles se ha conocido que la inflación se ha situado en Alemania en el 7,3% (2,2 puntos por encima de la tasa de febrero).

Según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el mal dato de inflación de marzo "en un 73 % se explica por el desbocado precio de la energía y los alimentos no elaborados, todo ello exacerbado por la guerra de Ucrania". El presidente ha confiado en que las medidas aprobadas por el Ejecutivo este martes frente a la crisis desencadenada por la invasión rusa de Ucrania y el acuerdo para limitar el precio del gas permita "estabilizar" su evolución.

La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha ausmido que la inflación seguirá subiendo, pero ha confiado en que llegue "cuanto antes" a su nivel máximo para iniciar seguidamente un descenso de los precios, con ayudas de las medidas adoptadas por el Ejecutivo.

Pensiones, salarios y alquileres

Según las previsiones macroeconómicas publicadas por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) este mismo miércoles, el plan de choque del Gobierno puede aliviar en un punto el aumento del IPC para este año y evitar llegar a una inflación de doble dígito en los próximos meses. Así, Funcas estima que la inflación media podrá situarse en el conjunto del año en el 5,8%. Este es el indicador que, según la reforma de la Segurida Social, debe guiar la subida de las pensiones; la vicepresidenta Calviño quiso enviar "un mensaje de tranquilidad" sobre su cumplimiento.

El dato de inflación también es una referencia para la negociación salarial. UGT ha reclamado la necesidad de preservar el poder adquisitivo de los salarios y de proteger el empleo para evitar que la inflación se traduzca en mayor desigualdad y pobreza. Sindicatos y patronal tienen sobre la mesa la negociación de un acuerdo plurianual de negociación colectiva. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, opinó que aunque la inflación está actualmente "desbocada", todo indica que "se amortiguará a final de año" y que registrará en 2023 y 2024 tasas próximas al 2%.

Los contratos de alquiler de vivienda, por su parte, quedan al margen de la subida del IPC durante los meses de abril, mayo y junio. Para estos tres meses, el Gobierno ha fijado un límite de subida del 2% con carácter general, salvo que los particulares pacten una porcentaje mayor.

Pérdida de renta de 16.700 millones

De momento, Funcas estima que "la espiral inflacionista" supondrá una merma de la renta real disponible de los hogares de 16.700 millones de euros y dañará el consumo. Esta es la razón principal por la que este servicio de estudios ha rebajado al 4,2% la previsión de crecimiento para este año (1,4 puntos menos de lo esperado en enero). “El crecimiento seguirá en positivo, aunque a un ritmo inferior, lo que supone que aún estaremos este año un 2,5% por debajo del PIB prepandemia”, ha dicho el director general de Funcas, Carlos Ocaña, durante la presentación del informe.

Según el director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, el crecimiento del PIB podría situarse en 2023 en el 3,3%, dos décimas menos de lo esperado. "Sería el próximo año cuando la economía recupere el nivel de PIB de 2019. Para volver a la actividad prepandemia en 2022, el PIB debería crecer un 6,7%", ha afirmado.