Perspectivas

El Banco de España recorta dos puntos la previsión de crecimiento de 2021 hasta el 4,5%

El virus, los precios de la energía, la inflación y el lento despliegue de los fondos europeos ralentizan la recuperación

El organismo ve ahora más debilidad en este año y en 2022 pero mejora su proyección de 2023

Fachada Banco de España         David Castro

Fachada Banco de España David Castro / David Castro

Rosa María Sánchez

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El Banco de España estima en sus últimas previsiones que la economía española crecerá este año en torno al 4,5%, casi dos puntos menos de lo que el propio organismo estimaba en septiembre (6,3%) y algo más lejos aún de la cifra que, contra viento y marea, aún mantiene el Gobierno para 2021, del 6,5%.

El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos presentó este viernes sus nuevas previsiones sobre la economía española hasta el ejercicio 2024 que, a grandes rasgos, si se comparan con las publicadas en septiembre, recortan fuertemente las estimaciones para 2021 (hasta el 4,5%); rebajan ligeramente las de 2022 (hasta el 5,4%) y, a cambio, mejoran en casi dos puntos las perspectivas para 2023 (hasta el 3,9%), antes de devolver el crecimiento del PIB a una velocidad de crucero del 1,8% en 2024.

"De acuerdo con las proyecciones más recientes del Banco de España, la recuperación de la economía española proseguirá en el próximo trienio", se afirma en el informe trimestral. Con todo, el ligero pinchazo de la economía española en 2021 y 2022 acabará retrasando hasta principios del 2023 la recuperación del nivel de Producto Interior Bruto (PIB) previo a la pandemia. Todo ello en un contexto de mayor inflación (el IPC previsto para 2022 se duplica, hasta el 3,7%) y de un empeoramiento de las perspectivas de déficit para el año próximo y el siguiente, pero de constante recuperación del empleo.

Las causas

La intensa revisión a la baja que practicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) del dato de crecimiento del PIB del segundo trimestre a finales de septiembre y la 'sorpresa negativa' del correspondiente al tercero (con tasas trimestrales del 1,1% y el 2% respectivamente) están en la base de las peores cifras que ahora presenta el Banco de España para este año, que incluyen una moderación de la tasa de crecimiento en el cuarto trimestre (que pasará del 2% del tercero al 1,6%). La crisis de suministros, el encarecimiento de la energía, la inflación, la nueva oleada del virus y el retraso en las inversiones del Plan de Recuperación son los otros factores que pesan en las actuales perspectivas del Banco de España. Estos factores se traducen en la economía en forma de menor consumo privado, mayor tasa de ahorro y empeoramiento de sectores productivos como la industria y el turismo internacional. En particular, el Banco de España estima que la recuperación del turismo internacional se retrasará hasta 2023 ó 2024.

Para dar una idea del lastre de algunos de estos factores sobre el crecimiento económico, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, señaló que los elevados precios de la energía restarán medio punto al PIB de 2021 y un punto al de 2022. Por su parte, los cuellos de botella en la cadena internacional de suministros pueden restar entre dos y tres décimas ese año y entre cinco y nueve el próximo. En el caso del Plan de Recuperación, el Banco de España estima que la baja ejecución de las inversiones vinculadas a los fondos europeos apenas aportarán tres décimas al crecimiento de 2021, muy lejos de los dos puntos porcentuales que esperaba el Gobierno; el impacto favorable de los fondos europeos se desplaza a 2022 y 2023 (añadiendo cerca de dos puntos al crecimiento de cada uno de esos años) y al 2024 (1,4 puntos).

Optimismo oficial

Para este año y el próximo, las previsiones económicas del Gobierno español se consolidan como las más optimistas (6,5% y 7% para cada uno de los dos años), por encima de las formuladas por la Airef (5,5% y 6,3%), la Comisión Europea (4,6% y 5,5%), la OCDE (4,5% y 5,5%) o la media del panel de economistas de Funcas ( 4,8% y 5,7% respectivamente).

"Vemos en España una recuperación claramente menos dinámica que la que se está viendo en la zona euro y en nuestros principales socios", apuntó Óscar Arce. En concreto, la brecha del producto con respecto al nivel previo a la crisis ascendía en el tercer trimestre a 6,6 puntos porcentuales en España frente a los 0,3 puntos de la zona euro.

Mejor evolución del empleo

El Banco de España ve ahora más inflación en este año y los siguientes y anticipa una creación de empleo (en términos de horas trabajadas) algo más lenta, compatible, en todo caso, con una mejor evolución de la tasa de paro.

Mientras que la recuperación del nivel prepandemia del PIB se retrasa ahora a principios del 2023, los niveles de afiliación a la Seguridad Social ya han sido rescatados en noviembre de este mismo año. "Esta evolución confirma un rasgo destacado de los desarrollos económicos recientes, como es el hecho de que la recuperación del empleo esté siendo más rápida y vigorosa que la del PIB", afirma el Banco de España en su informe trimestral.

Es esta favorable evolución del empleo lo que constituye el principal argumento del Gobierno para restar gravedad a la cascada de correcciones a la baja en las previsiones de crecimiento, como la publicada este viernes por el Banco de España. La favorable evolución de los ingresos, con un crecimiento por encima del de la economía, es el otro argumento del Ejecutivo para relativizar la mala noticia de un peor crecimiento.

En lo relativo al repunte de la inflación, el Banco de España espera que tras el repunte al 3% y al 3,7% este año y el próximo, las tasas vuelvan a niveles del 1,2% y el 1,5% en 203 y 2024. "De momento este rebote inflacionario se está concentrando en una proporción relativamente acotada, aunque creciente, de bienes y servicios", diagnosticó Arce. "No se perciben por el momento efectos de segunda ronda considerables", añadió el director de Economía del Banco de España respecto al riesgo de espiral inflacionista de precios y salarios.