España arranca el 2022 con 197.750 ocupados menos pero con récord de contratos indefinidos

España empezó el 2022 con un retroceso del empleo, un clásico del mercado laboral español desde 1999. La Seguridad Social perdió 197.750 afiliados respecto a diciembre, lastrada esta el presente ejercicio por el avance de la ómicron y por la tradicional cuesta de enero tras el final de la campaña navideña. No obstante, también empezó el año con un récord de contratación indefinida, que aumentó el 37,3%, aupada por los primeros efectos de la nueva reforma laboral, todavía muy tenues pues persisten las altas dosis de temporalidad.

El número de trabajadores en activo cerró enero en los 19,6 millones de personas y el paro registró un leve repunte, el primero en los últimos 12 meses y se situó en los 3,1 millones de desempleados. El comercio y, especialmente, la hostelería, una vez finalizada la campaña de Navidad y ante las nuevas restricciones decretadas por las comunidades autónomos para frenar la expansión del virus, han sido los sectores que más ocupación han perdido en este inicio del año, según los datos publicados este miércoles por los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social.

Pese a que el 2021 fue un año récord para el empleo y de importantes ganancias de ocupación, el 2022 no pudo empezar sin faltar a la tradición de dejarse trabajadores en la cuesta de enero. No ha habido primer mes del año en la historia de España desde 1999 que el mercado laboral no perdiera efectivos. No es el peor enero, pues echando la vista atrás y antes del covid, en enero del 2019 se perdieron 204.865 ocupados. De hecho, es el 'menos malo' de los últimos cinco años. El mercado laboral ha conseguido aislarse parcialmente de los vaivenes de ómicron y el número de trabajadores afectados por un erte permanece estancado, cerrando enero en 105.252 empleados en suspensión (total o parcial).

La nota positiva en el balance coyuntural la pone la estadística del paro. Este subió, sí, como ha pasado en todos los eneros de la estadística disponible. Lo hizo en 17.173 personas respecto a diciembre, siendo el enero 'menos malo' desde el 1998. España empieza el año con 3,1 millones de personas que quieren pero no pueden trabajar.

¿Ha influido la reforma laboral en los datos?

Al margen de los componentes estacionales, la principal novedad en el mercado de trabajo este enero era la reforma laboral y sus potenciales efectos. La norma no está todavía plenamente en vigor, pues las empresas tienen margen hasta marzo para firmar contratos temporales de modalidades antiguas y estos pueden tener caducidad hasta junio. No obstante, la estadística oficial sí permite entrever la primera imprenta de la reforma, aunque las dosis de eventualidad y el baile de altas y bajas los primeros y últimos días de mes sigue siendo una anomalía en comparación con las economías europeas.

En España se firmaron este enero menos contratos que en los eneros previos al covid. Concretamente se registraron un total de 1,6 millones de contratos, el 9,5% menos que en 2020 (dos meses antes del estado de alarma). ¿Por qué? Porque se firmaron menos contratos temporales. No así los indefinidos, que registraron un repunte récord. Este año se rubricaron un total de 238.672 fijos, el 33,4% más que en enero y su mejor registro desde 2007.

¿El aumento de la contratación indefinida se debe a un efecto directo de la reforma laboral? La explicación no es única y reside en una triple combinación de factores. La lectura realizada desde el Ministerio de Trabajo, responsable de la reforma, es que sí. "Son datos esperanzadores, nos permiten dar claramente el mensaje de que este real decreto ley merece y es imprescindible que cuente con la convalidación del arco parlamentario", ha declarado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. "Si el viernes el mercado de trabajo español volviera a la precariedad alguien tendrá que esperar que será cómplice de esa precariedad", ha añadido, en clara alusión a partidos de la mayoría de la investidura -como ERC o PNV- que de momento están en el 'no' a la reforma alegando su insuficiencia.

Desde Trabajo consideran que las trabas a la contratación temporal, aunque no estén plenamente en vigor, sí han generado unas expectativas futuras entre los empresarios, que han apostado por la vía indefinida. "Muchas empresas han apostado por mecanismos de flexibilidad interna, por eso mucha de la ocupación creada es indefinida pero a tiempo parcial o fijos discontinuos", apunta el profesor de economía de la UOC Josep Lladós. Cuatro de cada 10 contratos indefinidos responden a estas dos modalidades.

Pero no solo por la reforma laboral ha aumentado la contratación indefinida. Desde el propio Gobierno señalan a un efecto composición, ya que la economía española está "en un crecimiento importante en sectores de alto valor añadido y que pintan una recuperación bastante más solida de la que hemos tenido en otras ocasiones", ha destacado el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo, en rueda de prensa. "Los últimos datos del PIB nos muestran que mejoró la inversión de las empresas en bienes de trabajo, lo que significa mejores empleos. Se van deshaciendo incertidumbres de cara a este año", señala Lladós.

Y el tercer factor se explica por la actividad de la Inspección de Trabajo, tal como han destacado desde la Generalitat. Concretamente desde la 'conselleria' de Empresa i Treball, dirigida por ERC y con voluntad de desinflar el relato de una reforma que, de momento, no apoyan. "¿Son positivas las cifras? Sí. ¿Las podemos correlacionar directamente con la nueva normativa laboral? Consideramos que es precipitado, también influyen las campañas de la Inspección de Trabajo", ha declarado el secretario de Treball de la Generalitat, Enric Vinaixa (de ERC).

Esa evolución al alza de la contratación indefinida que han destacado desde el Gobierno no esconde, no obstante, que la mayoría de contratos firmados en España siguen siendo eventuales y que en muchas empresas la lógica de dar de baja y de alta a los trabajadores en los primeros y finales de mes sigue muy viva. El 3 de enero, el primer día hábil del año, se dieron de alta un total de 419.149 afiliados a la Seguridad Social, mientras que por el otro lado se daban de baja 549.297. Y el último día del mes se dieron de alta 124.948 personas, pero también de baja otras 253.932. Un volumen muy similar al del año pasado, incluso algo más elevado. Aún con el incremento de cuotas para los contratos ultracortos que introduce la recién estrenada reforma. "Es una medida que tiene que ser conocida, tiene que difundirse y quienes toman decisiones en este ámbito tienen que interiorizar sus efectos. Confiamos que con el tiempo la medida tenga un efecto importante", ha declarado Arroyo.

El Levante lidera la caída del empleo

El retroceso del empleo fue la tónica unánime en todas las comunidades autónomas este enero. Catalunya, por volumen de su economía, lideró la caída en términos absolutos y perdió 36.617 ocupados, un retroceso ligeramente inferior al de los dos años anteriores y cerró el mes en 3,4 millones de trabajadores en activo. En términos relativos no fue la que más sufrió, con una pérdida del 1% de ocupación, superada por Extremadura (-1,5%), Baleares (-1,5%) o Valencia (-1,4%), aunque sí sufrió más que Madrid (-0,7%). El Levante fue, como es habitual para estas fechas, la zona peor parada.

Por el lado del paro, la evolución territorial ha sido dispar y mientras en algunas comunidades ha bajado, en otras ha subido. Catalunya está en el segundo grupo, con un ligero aumento de 2.644 desempleados, hasta un total de 371.802 parados catalanes. En el grupo de las autonomías que consiguieron reducir su desempleo, Valencia se sitúa en cabeza (-12.188), seguida por la Comunidad de Madrid (-9.750) y las Illes Balears (-1.539).