Fallo administrativo

Miles de afectados por erte en Catalunya no cobrarán su prestación en Navidad

El SEPE aduce una "incidencia técnica", los sindicatos cifran en hasta 7.000 los damnificados que deberán esperar a enero y Trabajo rebaja dicha cifra a 1.000

Barcelona 12 11 2020  Cola delante de la OTG Oficina de Treball de la Generalitat del Carrer Sepulveda para tramitar el paro o sepe  FOTO de FERRAN NADEU

Barcelona 12 11 2020 Cola delante de la OTG Oficina de Treball de la Generalitat del Carrer Sepulveda para tramitar el paro o sepe FOTO de FERRAN NADEU / FERRAN NADEU

Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

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Miles de trabajadores afectados por erte en Catalunya se quedarán estas navidades sin cobrar su prestación. Una "incidencia técnica", según aducen desde el SEPE dejará sin ingresos estas fiestas a miles de personas. Según cálculos sindicales los damnificados podrían ascender a 7.000 trabajadores en toda Catalunya, aunque desde el Ministerio de Trabajo rebajan a "no más de 1.000" la afectación. Son empleados de empresas gravemente lastradas por las restricciones covid, como hoteles o instalaciones aeroportuarias, y que llevan casi dos años afectados por un expediente de suspensión. Lo que implica que muchos de ellos acumulan más de 20 meses con una pérdida de ingresos del 30%, ya que la prestación siempre es inferior al sueldo percibido. Según fuentes sindicales consultadas de distintas delegaciones provinciales, dicha "incidencia técnica" se concentraría en la provincia de Barcelona.

Hoteles como Sofía, el Juan Carlos I, el Hesperia o el Exo están dentro de la lista de empresas damnificadas y solo entre estos cuatro superan los mil trabajadores en plantilla. Firmas como Areas, especializada en servicios de restauración en aeropuertos y carreteras también tiene a parte de su plantilla afectada por retrasos en los pagos, según coinciden diferentes fuentes sindicales consultadas.

La última prórroga de los ertes pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos obligó a las empresas que pretendían seguir cubiertas por las ayudas públicas a volver a registrar sus expedientes. Y las solicitudes colectivas de prestación para sus trabajadores. En ese proceso, los servicios públicos de empleo no han tramitado correctamente parte de esas renovaciones y miles de trabajadores, algunos desde hace 22 meses en erte y sin margen de ahorro, se quedarán este mes sin cobrar su prestación.  

La Seguridad Social todavía no tiene datos definitivos de cuántos trabajadores siguen a día de hoy afectados por un erte en Catalunya. Realizando un cruce estimativo entre los expedientes registrados en el Departament de Treball y su peso en la afiliación a la Seguridad Social, la cifra podría rondar las 48.000 personas. Concentradas en aquellos sectores que todavía no han conseguido engancharse al tren de la recuperación económica en el que ya montan otros.

Fuentes del Ministerio de Trabajo explican, a preguntas de EL PERIÓDICO, que los retrasos se deben a "una incidencia técnica puntual en el sistema en la tramitación de las prestaciones correspondientes a algunas empresas a la hora de procesar los periodos de actividad". Y aseguran que "en la próxima nómina se abonará la cantidad debida". Si bien inicialmente esas mismas fuentes declinaron cuantificar cuántas personas se han visto afectadas por estos retrasos, tras la publicación de este artículo afirmaron que "alrededor de 1.000, no más".

Sin ahorros tras 22 meses en erte

Rocío trabaja en el Hotel Juan Carlos I, es miembro de su comité de empresa y lleva desde marzo del 2020 en erte. Lo que en su caso significa que de cobrar 1.500 euros al mes pasa a ingresar 960 euros: un recorte del 36% en sus ingresos. “Pero las facturas no han bajado”, recuerda. Y es que la luz –disparada-, el alquiler o la cesta de la compra no aflojan. “Después de casi dos años ahorros ya no quedan y vamos al día”, cuenta. “El año pasado –coincidiendo también con otra prórroga- ya cobramos tarde y este la gente empezó diciembre preocupada. Y finalmente no cobraremos”, añade resignada. Quienes peor lo tienen son las familias monoparentales, que deberán pasar estas navidades sin esa única fuente de ingresos o aquellos matrimonios que trabajan en la misma empresa y que no pueden apoyarse ese mes en el otro para sortear el retraso del SEPE.

Rachib, empleado en otro de los grandes hoteles barceloneses, cuenta un testimonio muy parecido al de Rocío. Él tuvo que dejar el piso que tenía alquilado porque con el recorte de ingresos no podía asumirlo. Ahora comparte habitación y echa horas en un restaurante para complementar sus ingresos y evitar llegar a final de mes apurado. “Todos pensábamos que el atasco del SEPE ya había acabado y que no habría más problemas, pero parece que no”, se queja. "Cosas que parecían superadas no lo están. No puede ser que cuando hay un error administrativo lo acabe pagando el ciudadano. El SEPE debe dar una solución ya este mismo mes a los afectados", afirma la secretaria de política sindical de UGT de Catalunya, Núria Gilgado.

Comunicación “imposible” con el SEPE

Los retrasos en el cobro de las prestaciones fueron frecuentes entre los millones de trabajadores que al inicio de la pandemia pasaron a erte. Entonces el pico de afectados alcanzó los 3,4 millones de trabajadores, cifra que ahora es sustancialmente más baja y, según los datos de noviembre, afecta a poco más de 120.000 empleados en toda España. De ahí que los entrevistados para este reportaje no entiendan que persistan las incidencias y que la comunicación con las oficinas de empleo sea un “imposible”, según se queja Conchi, trabajadora de la industrial Merit Automotive y con una plantilla de unos 300 empleados. 

En esta factoría de Sant Vicenç dels Horts tienen un “máster” en ertes, según cuenta esta delegada de CCOO, ya que el fabricante de componentes lleva con reducciones de jornada desde hace años para amortiguar una situación económica que ya no era del todo boyante antes de la crisis de los semiconductores. Conchi relata problemas con el SEPE desde el inicio de la pandemia, con algunos trabajadores cobrando más de lo que les correspondería, otros empleados con atrasos y unas dificultades de comunicación constantes. “Exigimos una respuesta coherente de la Administración. Lo peor no son los dos meses que llevamos sin cobrar, que también, sino el no saber si en enero cobraremos”, se queja.  

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