crisis energética

Alemania y otros 8 países del norte de Europa rechazan la reforma del mercado eléctrico

Los nueve países cierran filas con la propuesta de la Comisión Europea y piden prudencia antes de interferir en los mercados del gas y la electricidad

La declaración se produce en vísperas del consejo extraordinario de ministros de energía convocado para hacer seguimiento a las propuestas

Kadri Simson, la comisaria europea para la Energía, durante la rueda de prensa celebrada en Bruselas

Kadri Simson, la comisaria europea para la Energía, durante la rueda de prensa celebrada en Bruselas / EFE / OLIVIER HOSLET

Silvia Martinez

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Alemania, Austria, Holanda y otros seis países del norte de Europa suman fuerzas y rechazan una reforma ad hoc del mercado mayorista de la electricidad como reclama el Gobierno de Pedro Sánchez para frenar la escalada de los precios de la luz. En una declaración suscrita este lunes, en vísperas de la reunión extraordinaria de ministros de la energía que se celebra este martes en Luxemburgo, los nueve Estados miembros han recordado que los mercados del gas y la electricidad se han construido conjuntamente en las últimas décadas y han pedido prudencia al resto de gobiernos europeos antes de interferir en el diseño de los mercados energéticos. 

“Compartimos el análisis de la Comisión Europea sobre que las causas de la actual subida de precios se deben principalmente a la alentadora recuperación económica mundial y a factores como una mayor demanda y oferta de combustibles fósiles pero no al diseño e los mercados energéticos o la política climática”, señala el texto que también firman Dinamarca, Finlandia, Estonia, Letonia, Irlanda y Luxemburgo.

A juicio de todos ellos, la mejor forma de lidiar con la situación a corto plazo, tal y como ha propuesto recientemente el Ejecutivo comunitario en su caja de herramientas presentada el 13 de octubre, es con medidas “temporales” y “selectivas” a nivel nacional para proteger a los consumidores y empresas más vulnerables. “Estas medidas deberían poder ajustarse fácilmente en primavera, cuando se espera que la situación vuelva a niveles medios”, valoran. 

A medio plazo la solución, según Berlín y el grueso de capitales del norte del continente europeo, pasa por medidas de eficiencia energética y un despliegue acelerado de las energías renovables. Para ello, ven vital poner en marcha lo antes posible las medidas incluidas en el paquete climático Fitfor55 de la UE para reducir las emisiones de CO2 y lograr la neutralidad climática para 2050. “Una transición energética bien gestionada no es la causa sino parte de la solución para mantener unos precios asequibles y predecibles”, sostienen en claro desacuerdo con la postura que mantienen Polonia o Hungría que achacan precisamente a los objetivos de reducción de emisiones la crisis energética que también afecta a sus países.

15% de interconexiones

Según el diagnóstico de los 9 países que firman la carta, el mercado interno del gas y la electricidad se ha construido de forma conjunta y gradual en las últimas décadas y “dado que los picos de los precios se deben a factores globales” consideran que hay que extremar el cuidado “antes de interferir en el diseño de los mercados interiores de la energía” porque “esto no será una solución para mitigar el actual auge de los precios que está vinculado a los mercados de los combustibles fósiles”, apuntan.

Según La Haya, Viena, Berlín y el resto de capitales del norte, “necesitamos unos mercados de la energía en la UE bien integrados, que funcionen con mecanismos de mercado y buenas interconexiones como parte de la solución para reforzar la resiliencia a los shocks de precios”, reclaman. El mejor enfoque para ello, estiman, es elevar el porcentaje de interconexiones al 15% para 2030 y una mayor integración del mercado de la electricidad.

“Unos mercados de la energía transparentes y competitivos generan eficiencia y competitividad de precios a los usuarios finales. Por tanto no podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interno del gas y la electricidad, por ejemplo, una reforma ad hoc del mercado mayorista de la electricidad”, concluyen sobre uno de los elementos centrales de la propuesta presenta por las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera en septiembre pasado para romper el vínculo entre gas y electricidad que hace que la tecnología más cara, el gas en este caso, sea la que determine el precio de la luz.

Aunque la idea no fue recogida en la caja de propuestas presentada por Bruselas, la Comisión Europea ha solicitado a la Agencia para la Cooperación de los Reguladores Energéticos de la UE (ACER en sus siglas en inglés) un estudio sobre el funcionamiento del mercado eléctrico. El informe preliminar llegará a mediados de noviembre pero el informe final no estará listo hasta abril de 2022. Mientras tanto, los Veintisiete seguirán quemando etapas en un debate que va para largo y muy divisivo, tal y como quedó patente en el Consejo Europeo celebrado la semana pasada.