Energía

Iberdrola rechaza las "cargas inesperadas" sobre las nucleares e hidráulicas

Ignacio Sánchez Galán califica de "falso" que estas centrales reciban 'beneficios caídos del cielo' y que estén ya amortizadas

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

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Ignacio Sánchez-Galán niega la mayor. El presidente de Iberdrola ha rechazado las "cargas inesperadas" que quiere aplicar el Gobierno sobre instalaciones nucleares, hidráulicas y eólicas previas a 2005 basándose en el argumento "falso" de que reciben beneficios caídos del cielo y de ya están amortizadas. "No es cierto", ha subrayado durante su intervención en el II Foro Económico Internacional de 'Expansión'.

El Gobierno aprobó hace una semana el anteproyecto de ley para corregir el dividendo que reciben las centrales no emisoras (hidráulica y nuclear y parte de la eólica) como consecuencia de los costes del CO2 en el mercado de derechos de emisión. Un recorte que asciende a cerca de 1.000 millones de euros, que supone un 25% de los ingresos de estas centrales, según el texto, y supone solo "una parte de la rentabilidad extra que reciben" estas centrales, según la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Sin embargo, Galán defiende que estas instalaciones están en muchos casos en pérdidas. "Decir lo contrario es faltar a la verdad. Ahí están las cuentas en el Registro Mercantil", ha asegurado el presidente de Iberdrola. "En situaciones coyunturales no se pueden tomar decisiones estructurales", ha añadido el directivo, quien no obstante ha mostrado su confianza en el compromiso manifestado por la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, -"a quien valoro y he apoyado en muchas ocasiones", dijo- de que a lo largo de la tramitación parlamentaria y a través del dialogo se llegue a una solución que dé certidumbre a las inversiones.

"En Iberdrola estamos abiertos a este diálogo para alcanzar un marco equilibrado, estable e incentivador, para atraer estas inversiones teniendo siempre en cuenta los factores sociales, y que no encarezca de manera desorbitada los costes de las empresas", ha afirmado. "Necesitamos una planificación clara, evitando sorpresas y contradicciones, y actuar con diálogo y consenso, creando mecanismos para incentivar a los que cumplen", ha agregado Galán.

La voz discordante

Por otro lado, durante su intervención, Galán se felicitó del consenso que concita la transición verde entre ciudadanos, mercados financieros, líderes políticos y empresariales. "Yo, que he sido la voz discordante, predicando muchos años en el desierto, para mi percibir este cambio es una satisfacción", ha afirmado. El directivo ha recordado que ha apoyado y ayudado para generar un mercado europeo de CO2 que puede fluctuar con arreglo a los objetivos climáticos.

"No hay que rasgarse las vestiduras si el precio del CO2 sube o baja. Es un mecanismo de migración. Hay que buscar equilibrio en este sentido", ha indicado. No obstante, ha dejado claro que los ingresos de este mercado de CO2 van a las arcas de los Estados, y que España va a ingresar este año 2.500 millones por esos precios.

Estabilidad regulatoria

Galán ha remarcado que la mayor parte de los países perciben que la transición energética es una gran oportunidad, que también conllevará una gran competencia por la inversión, dado que muchos grandes países como por ejemplo Francia, Reino Unido o EE.UU. quieren atraer inversión. "Los ganadores serán los países con marcos regulatorios estables y predecibles, bajo el principio de que 'quien contamina paga'", ha enfatizado.

Por ello, ha abogado por potenciar el mercado interior de la energía y hacerlo de forma independiente de situaciones coyunturales. "Solo generando estabilidad y confianza es posible movilizar el capital privado en sectores intensivos como el sector eléctrico. Nuestras decisiones son para más de 50 años", ha recordado. "Las inversiones en redes, renovables, almacenamiento, hidrógeno, van a ser un motor de competitividad en nuestro país. Tenemos en España todo para convertirnos en un gran motor de transformación: sol, agua y viento y empresas punteras en toda la cadena de valor. Por eso la seguridad jurídica será esencial para poder actuar de forma competitiva", ha insistido Galán.