SECTOR GOLPEADO

Uno de cada cuatro autónomos catalanes aún no ha reabierto su negocio

Un informe de Pimec sobre el impacto de la crisis de la Covid-19 en el sector alerta de la caída de ingresos, de la necesidad de endeudarse y de las dificultades para pagar

Los autónomos, uno de los colectivos más perjudicados por la crisis del coronavirus.

Los autónomos, uno de los colectivos más perjudicados por la crisis del coronavirus. / periodico

Carles Planas Bou

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Con el cese del Estado de alarma y el regreso a una extraña normalidad, muchos comercios pudieron reactivar su actividad económica, paralizada durante los meses de confinamiento a causa de la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, muchos autónomos siguen sufriendo el impacto de la crisis sanitaria. Así, casi uno de cada cuatro trabajadores por cuenta propia de Catalunya (24,5%) aún no ha iniciado su actividad.

Así se desprende del informe ‘Impacte econòmic derivat de la crisi de la Covid-19 sobre els autònoms de Catalunya’ de Autònoms Pimec presentado este jueves. La falta de consumo y la dificultad para hacer frente a los pagos ha llevado a buena parte de los autónomos a no poder seguir con sus vidas. De los que sí lo han hecho, hasta el 37% ha visto reducida su actividad económica en un 50% en relación al 2019. “A la gente le está costando mucho volver a hacer girar la rueda”, ha señalado Miquel Camps, presidente de Autònoms Pimec.

El informe remarca que aunque la situación empieza a mejorar la situación sigue siendo grave para los 550.000 autónomos que hay en Catalunya, un tejido que representan un 10% de la población activa.

Principales problemas

Aunque hace un año el principal problema de los autónomos era la morosidad, eso es, el cobrar tarde de los clientes, la actual situación de crisis causada por el coronavirus ha hecho que otros factores pasen a ser más preocupantes. Así, el principal problema es la caída de las ventas, que ha generado otro gran problema de tesorería, la falta de acceso a liquidez. Un 73,2% asegura que el problema no es la capacidad de hacer el trabajo sino la poca demanda. Después se sitúan otros como el pago de impuestos o el pago del alquiler mensual.

Esa falta de liquidez ha hecho que muchos autónomos se hayan visto obligados a endeudarse a través de créditos ICO para seguir a flote. “Nos da mucho miedo que tras el año de carencia de los créditos los autónomos tengan que devolverlos”, ha explicado Camps, remarcando las dificultades de esos trabajadores para obtener unos ingresos que les permita asumir ese pago. “En muchos casos el alquiler del local y de material no se ha perdonado durante el confinamiento”, ha señalado. Por ello, desde Pimec piden que las moratorias sean más ágiles y que la carencia pueda ser de dos años.

Camps también ha insistido en que, acorde con lo aprobado por el Gobierno, para declarar el cese de actividad se requería una caída del 75% de los ingresos, un tope demasiado elevado para muchos autónomos a los que quizás abrir para tener unos ingresos del 40% le salía perdiendo.

Ante esa situación de endeudamiento y falta de actividad que proporcione liquidez, un 52,9% de los autónomos encuestados ha señalado que tendrá que ajustar sus plantillas. Aunque entiende que el Gobierno haya intentado proteger a los trabajadores de grandes empresas, Camps ha criticado la prohibición de los despidos en la actual situación de crisis, señalando que en el caso de los autónomos y las micropymes de menos de 10 empleados no poder adelgazar la plantilla puede llevar al cierre de sus negocios.

La situación, explican, es preocupante. Estos meses la página de Pimec ha registrado un 312% más de interacción, señal de esa preocupación entre los trabajadores por cuenta propia. Ahora, esperan que los 140.000 millones de ayudas acordadas en Bruselas puedan ayudar a reimpulsar el pequeño comercio. “El tejido autónomo no puede quemarse y perderse”, ha apuntado.